Para los expertos, el ajuste fiscal debe realizarse a través de un recorte del gasto, y no por medio de más carga tributaria. El presupuesto va a tener que recortarse para cumplir la regla fiscal, concuerdan.
En el Congreso de la República ya hace trámite el Presupuesto General de La Nación del Gobierno del presidente Gustavo Petro para el año 2025, de $523 billones, que representa el 29,4% del PIB nacional (Producto Interno Bruto).
Está formulado para mantener la deuda pública y el déficit fiscal “en una trayectoria sostenible” y está alineado con la “política de reactivación económica público privada que ayude a reducir la dependencia de la economía fósil mediante el impulso de la agricultura, el turismo y la reindustrialización”, ha destacado el Gobierno Nacional.
El Gobierno espera que $12 billones se logren mediante una reforma tributaria, o ley de financiamiento, es decir, no cuenta con esos recursos.
Ese es uno de los peros que encuentra Corficolombiana. “El Presupuesto General de la Nación de 2025 se encuentra desfinanciado”, señaló. “Consideramos que existe margen para implementar un plan de austeridad que cubriría al menos los recursos de dicho proyecto, lo cual sería más conveniente, especialmente en un contexto de estancamiento económico. El ajuste fiscal debe realizarse a través de un recorte el gasto, y no por medio de más carga tributaria”, enfatizó.
Contextualizó que un plan de austeridad puede basarse en una regla estándar, fácil de implementar y comunicar, “lo que evitaría arbitrariedades y tensiones entre los sectores”. Puso de ejemplo que se podría limitar el aumento del gasto de funcionamiento a la tasa de inflación proyectada para el cierre del año, con un máximo de dos puntos adicionales, resultando en un incremento cercano al 7,6%.
Algunos congresistas plantean que se congele el presupuesto. De otra parte, expertos insisten en que debe haber un recorte. Desde Aliadas Alianza, que reúne a 35 gremios del país, han señalado que “la mejor reforma tributaria es la austeridad en el gasto y una ejecución eficiente. El presupuesto actual excede las posibilidades económicas de Colombia; es fundamental ajustarlo”.
De su lado Bruce Mac Master, presidente de la Andi, ha recalcado que la definición del Presupuesto General de la Nación “nos afecta a todos”. Recordó que el presupuesto del 2024 “a duras penas vamos a poder pagarlo y probablemente no lo pagaremos y fue de $503 billones”.
Anotó que el recaudo de impuestos no ha sido suficiente y no ha permitido alcanzar lo esperado. Además, la economía creció apenas 0,6% en 2023, y que en general los colombianos y empresas ya no tienen cómo transferirle más recursos al Estado, “para que gaste, invierta o haga, inclusive, algunos gastos importantes en términos de inversión social”.
En suma, aseguró que el Estado “va a tener que ajustarse a los recursos que tiene. Ya lo dijo Fedesarrollo, la única reforma fiscal posible o política fiscal posible en este momento es el recorte del gasto. Que el Estado acepte que el tamaño de la economía es el que tenemos hoy en día, que las capacidades de la economía son las limitadas que tenemos y que se ajuste a esto”, insistió.
Tanto la Andi como Fedesarrollo aseguran que el presupuesto va a tener recortarse para cumplir la regla fiscal.
Debido al bajo recaudo, para el 2024 ya hubo un recorte presupuestal en $20 billones.
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