No terminan de convencer las explicaciones del consorcio contratista Interriego y del contratante Incoder respecto de los reales avances del proyecto de Distrito de Riego Tesalia No terminan de convencer las explicaciones del consorcio contratista Interriego y del contratante Incoder respecto de los reales avances del proyecto de Distrito de Riego Tesalia – Paicol, sobre todo considerando que ya se han girado la mayor parte de los recursos y los avances son mínimos. Y menos claridad existe frente a la actuación de la interventoría, contratada por cerca de $5.000 millones que, tal como lo señaló uno de los alcaldes de la zona del proyecto, pareciera más socia del contratista que fiscal de la obra. Y como si fuese poco, en medio de la mayor desfachatez, Interriego concluye su informe solicitando que le giren otros $10.000 millones. El completo informe publicado ayer por LA NACIÓN, tras una inspección sobre el terreno de las obras, deja muchas más dudas e incertidumbre que optimismo frente a una de las más esperadas soluciones para el aumento de nuestra capacidad agrícola, generación de empleo y desarrollo para esa zona del departamento. Interriego, un consorcio integrado por la firma H&H y la española Mondragón, ganó el proceso de licitación demostrando, según el Incoder, la suficiencia técnica y financiera para acometer los trabajos con un plazo de ejecución que ya se venció. Y ahora cuenta con una adición que va hasta finales de año. Pero como lo señalaba otro de los funcionarios regionales, si en más de dos años no han avanzado más del 25% de las obras, en qué momento lograrán culminar el resto en apenas ocho meses. No tenemos duda alguna de la transparencia, rectitud y seriedad del señor director del Incoder, Juan Manuel Ospina pero no parece existir lo mismo en sus técnicos, la interventoría y los contratistas. Más allá de los informes escritos, hay unos trabajos, maquinaria, obreros y zona del proyecto a la vista con mínimos avances. Y no se está frente a un asunto de poca monta, con $40.000 millones del Departamento del Huila ya girados y otros $55.000 millones de la Nación comprometidos. Ya quisiéramos que tanta duda se disipara de inmediato, que la obra se viera en toda su plenitud, que la zona se cubriera de cuadrillas de obreros, que estuviera lista la cinta de inauguración con Presidente de la República a bordo. Pero todo eso parece una ilusión lejana y quienes mejor la describen son las autoridades locales que tienen el proyecto en frente suyo. Y en este Distrito de Riego se vuelve a manifestar uno de los principales lunares que tienen los contratos estatales: los anticipos. Interriego recibió, al momento de comenzar trabajos, la suma de $39.000 millones y luego se les giraron $20.000 millones. ¿Con base en qué informes de avance, con qué seguridad, qué tipo de pólizas amparan estos multimillonarios giros? Lo que mostró LA NACIÓN ayer es de alta preocupación. Brillan por ahora, por su ausencia, los organismos de control que bastante tarea y competencia tienen frente a este proyecto.