Aunque es una problemática de carácter nacional, no es para mirar con desdén, displicencia o “normalizar” la alta incidencia que ha tenido este año el dengue en el Huila.
En el país el número de casos está por encima del límite de reportes esperados para esta época comparado con su comportamiento histórico. Según el Instituto Nacional de Salud, en solo nueve departamentos se encuentra el 77,2% (128.389) de los casos a nivel nacional, estos son: Valle del Cauca, Cali, Santander, Huila, Tolima, Cundinamarca, Norte de Santander, Cauca y Antioquia.
En el caso concreto del Huila, las cifras corroboran que algo anda mal. Con corte al primero de junio pasado, es el cuarto departamento con mayor número de eventos (15.279 casos) en el país. Hace un año, el Huila totalizaba apenas 1.370 enfermos; es decir, repuntó en un 1.115%.
Vale la pena recordar que en 2023 el departamento totalizó poco más de 4.800 casos, lo cual indica que el reporte es más de tres veces superior a todos los casos reportados durante el 2023. Y en general, supera a todos los reportes totales anuales de los últimos 10 años.
En lo corrido del año, 61,3% de los afectados no ha presentado signos de alarma, mientras que el 36,3% sí ha tenido e, incluso, un 2,4% han sido eventos graves. De igual manera se han confirmado 6 muertes en territorio huilense por dengue, mientras que otras tres se encuentran en estudio.
Se hace urgente que las autoridades de salud no escatimen esfuerzos ni recursos para mitigar el avance del dengue. Con la llegada de las festividades sampedrinas, que implica la movilización de miles de personas, el asunto se torna más complejo.
Debería el gobernador del Huila Rodrigo Villalba Mosquera ser el abanderado de una gran cruzada para erradicar el mosquito Aedes aegypti, comenzando por ordenarle a su secretario de Salud, Sergio Mauricio Zúñiga, una alta dosis de eficiencia a su gestión en esta materia.