El 20 de Julio ‘Día de la Independencia de Colombia’ no siempre ha sido una fiesta nacional. En Neiva, como provincia, se conmemoraba el 8 de febrero de 1814, la independencia de nuestro terruño. “Las provincias conmemoraban sus propias efemérides, por lo que el 20 de julio se celebraba solo en Bogotá”, dijo ex presidente de la Academia Huilense de Historia, Alexander Quintero Bonilla.
Hoy, al conmemorarse 211 años de la independencia de Colombia, no siempre el 20 de julio ha sido el día en el que todo el país celebró esa fecha.
Historiadores, como el exdirector y miembro de la Academia Huilense de Historia, Alexander Quintero Bonilla, manifestaron que la conmemoración del 20 de julio como la del 7 de agosto son efemérides que no gozaban de connotación en el siglo XIX.
Agregó que una vez transcurridos los hechos que llevaron a la Independencia absoluta de La Nueva Granada, las provincias conmemoraban sus propias efemérides, “por lo que el 20 de julio se celebraba solo en Bogotá. Incluso, esta celebración solo se conmemoró en la Provincia de Cundinamarca a partir de la década del cuarenta del siglo XIX”.
Quintero Bonilla recordó que el 20 de julio se conmemora la designación, en Bogotá, de una junta en la cual el pueblo depositó el ‘Supremo Gobierno del Reino’, sin “abdicar los derechos imprescindibles de la soberanía del pueblo a otra persona que a la de su augusto y desgraciado Monarca don Fernando VII, siempre que venga a reinar entre nosotros”.
El historiar huilense señaló que antes de Bogotá otras ciudades habían formado su propia junta de gobierno, como fueron Cartagena, el 14 de junio de 1810; Cali el 3 de julio; Pamplona el 4 de julio, Socorro, entre el 9 y el 11 de julio, y Mompox el 18 de julio.
Indicó que este tipo de celebraciones fueron propuestas por la mayoría de países de América Latina a inicios del siglo XX. “Se convirtieron en un propósito, también en una oportunidad, para forjar la identidad nacional”.
Sostuvo que estas festividades, celebradas con derroche de actividades públicas, pretendieron el reconocimiento internacional, pero sobretodo, la legitimización del proyecto político de unas élites que a través de una pedagogía cívica pretendieron también llevar la estabilización. Se pretendió construir una identidad utilizando un pasado común.
Señaló Quintero Bonilla que las celebraciones centenarias, impulsadas inicialmente por el gobierno de Rafael Reyes, acogieron en nuestro país la fecha del 20 de julio como el acto fundacional de la República e Independencia Nacional. “Sin embargo, debemos entender La Independencia como un proceso complejo y diverso; proceso que no tuvo lugar, fecha ni evento único. Proceso que no se remite, exclusivamente, a una confrontación militar. Por tanto, un proceso con múltiples actores, diferenciados eventos en los distintos puntos de la geografía nacional y con impactos disímiles en los sectores de la sociedad neogranadina”.
Sostuvo que en Neiva no se advierten evidencias de estas celebraciones cuando era una provincia, si no que se conmemoraba, aunque no con júbilo y total acogida, la fecha del 8 de febrero de 1814 “en la que se declaró la independencia de nuestro terruño. Además de esta fecha, es insigne la del 18 de septiembre de 1816, día de los mártires de la Independencia”.