La iglesia católica, a través de un comunicado, se pronunció sobre la despenalización del aborto en Colombia, manifestando que el problema del aborto no puede limitarse solo a la mujer gestante, sino que reclama la solidaridad de la entera sociedad.
Redacción Web/LN
A través de un comunicado, la iglesia católica mostró su rechazo rotundo a la decisión tomada por la Corte Constitucional de despenalizar el aborto hasta las 24 semanas de gestación. En el escrito, la Conferencia Episcopal Colombiana, manifestó que tutelar un supuesto derecho a suprimir una vida inocente pone en riesgo el Estado de Derecho.
“Consideramos que la reivindicación de un derecho deja de ser legítima si implica negar o atropellar los derechos del prójimo. No se puede ocultar o minimizar el hecho de que todo embarazo implica la existencia de otro ser humano, distinto de la madre, en condiciones de indefensión y vulnerabilidad, quien tiene a su vez el derecho a formar parte de la familia humana”, dice un apartado del comunicado.
Sostener que los derechos a la vida y a recibir la protección del Estado, amparados por la Constitución (cf. art. 2. 5. 9), no lo cobijan desde el momento de su concepción, es una afrenta a la dignidad Página 2 de 2 humana. Por lo mismo, tutelar el supuesto derecho a suprimir una vida humana inocente, pone en riesgo el fundamento mismo de nuestro orden social y del Estado de Derecho. El aborto directo es un acto inmoral y una práctica violenta contraria a la vida”, agrega el escrito.
Por otro lado, en el mismo comunicado, los obispos católicos mostraron su “perplejidad y profundo dolor” por la decisión de la Corte Constitucional y se preguntaron si no habría otros caminos que permitieran salvaguardar la vida de las madres y de sus hijos.
“El problema del aborto no puede limitarse solo a la mujer gestante, sino que reclama la solidaridad de la entera sociedad. Todos los colombianos tenemos el deber constitucional de “obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas” (Constitución política de Colombia, art. 95, 2). Ya que esta virtud permite crear alternativas de bien, allí donde el mal se enarbola como única opción, queremos ser los primeros en ayudar a encontrar la opción buena cuando el aborto parece ser la solución. Lo hacemos en nombre de Aquel que vino a traer vida en abundancia, con la esperanza de que también el Estado, así como todos los compatriotas de buena voluntad, no escatimarán esfuerzos para proteger y promover la vida humana, aun en las circunstancias más complejas”, puntualiza el comunicado.