Con pinceladas al son de tambores, chuchos y esterillas, personas discapacitadas encuentran un lugar donde explorar su ingenio.
El arte se ha convertido en el lienzo para promover la inclusión social en el municipio de Baraya al norte del Huila, ha sido la excusa perfecta para que personas con discapacidades físicas, cognitivas y auditivas se unan a las clases de música tradicional y artes plásticas.
Esta iniciativa es desarrollada por la Corporación La Minga Surcolombiana, con el apoyo del Ministerio de Cultura, Programa Nacional de Concertación Cultural y la Alcaldía de Baraya.
“Este es un espacio único en el que todos hablamos un mismo lenguaje, es gratificante ver como personas sordas, con discapacidad cognitiva y física no tienen ninguna barrera para comunicarse, ya todos hablamos con las manos, los ojos y sonidos llenos de amor”, manifestaron los organizadores.
Los talleres se realizan de forma presencial y virtual los beneficiarios escojen la mejor forma de recibirlos, “en los lugares de encuentro hacemos una desinfección previa, el uso de tapabocas es obligatorio al igual que la limpieza constante de las manos, las personas que optaron por la virtualidad se les lleva el material hasta las casas”, explicaron.
El proyecto ha servido para crear identidad, mejorar su calidad de vida y darles el poder de la expresión, “los discapacitados somos personas igual que todas, no estamos enfermos, estos espacios presenciales y virtuales nos sirven para sensibilizar las personas sobre nuestras capacidades”, explicó María Fernanda Penagos, beneficiaria.
Inclusión…Arte lleva cinco años promoviendo la inclusión en distintos municipios del Huila, “ este es uno de los proyectos insignia de nuestra corporación, estamos convencidos del poder transformador del arte”, concluyeron los organizadores.
