Cuando un mandatario inaugura una obra, se supone que está lista para ponerla en funcionamiento y entregarla al servicio de la comunidad. Esto es lo que, para desfortuna de los neivanos, no pasó con el Coliseo Menor de Voleibol, que costó $15.000 millones y fue inaugurado en diciembre pasado por el entonces alcalde Gorky Muñoz.
La obra fue inaugurada exactamente el 29 de diciembre pasado en el ocaso de la administración anterior en medio de ‘bombos y platillos’. Lo que se vino a saber esta semana, según la nueva administración, es que esa infraestructura aún no puede ser utilizada porque no se ha formalizado la liquidación del contrato. Y para que el contrato se liquide, la Alcaldía debe pagar $1.400 millones a la firma que ejecutó los trabajos y esa plata supuestamente no aparece.
De acuerdo con el actual secretario de Deportes y Recreación de Neiva, Juan Camilo Muñoz, “el Coliseo Menor de Voleibol es una obra que ya está casi terminada, pero hay que decir que este gobierno no recibió la obra; estamos a la espera de solucionar ese problema, es decir, para poder ponerla al servicio de los deportistas, nosotros tenemos que recibir la obra y liquidarla y para ello necesitamos de los 1.400 millones de pesos que no aparecen. Nosotros hemos recibido solicitudes para el préstamo del escenario, pero en este momento, es imposible de utilizarlo”.
El asunto no es de poca monta. Nos estamos refiriendo a una obra en la que se invirtieron multimillonarios recursos públicos y que si no se usa, corre el riesgo de cobrar deterioro y ruina. El alcalde German Casagua debe garantizar que el Coliseo de Voleibol no se va a convertir en un ‘elefante blanco’. Es cierto que es un ‘chicharrón’ que hereda de su antecesor, pero ello no es patente de corso para ignorarla, dejarla a la deriva y privar a los niños y jóvenes de la ciudad de un escenario deportivo.