Dos hombres armados no identificados silenciaron para siempre la lucha del destacado líder social, Eduardo Alarcón Córdoba. LA NACIÓN visitó la finca de propiedad del campesino que por décadas impulsó la Reforma Agraria en la ‘Capital Arrocera del Huila’. Sus familiares lamentan su partida y exigen justicia.
Lucía Sánchez
En la humilde vivienda de Eduardo Alarcón Córdoba, ubicada en la vereda La Vuelta, a 20 minutos por carretera destapada de Campoalegre, reina la tristeza y el silencio. El lugar donde por décadas el líder campesino labró la tierra para cultivar arroz, genera desesperanza.
A escasos metros de la casa, en un verdoso cultivo de cacao, cubiertos bajo una capa de tierra húmeda, se pueden percibir los rastros de sangre del cuerpo acribillado del también exconcejal de ese municipio, luego de ser impactado más de cinco veces con arma de fuego.
El asesinato del hombre, que desde los 16 años de edad empezó a luchar por las causas sociales en la ‘Capital Arrocera del Huila’, ocurrió a las 9:30 de la noche del lunes, luego de que el campesino de 72 años se dirigiera al exterior de la vivienda para verificar el origen de algunos ruidos en los alrededores; siendo atacado por dos sujetos que habrían llegado a pie hasta la finca Guasimal, luego de atravesar los cultivos de arroz.
Huber Jairo Alarcón Díaz, uno de los cinco hijos del destacado líder campoalegruno, quien junto con todos sus hermanos vivía con su padre, recuerda los minutos previos al crimen.
“Empezamos a ver una película en la noche, pero poco a poco uno a uno nos fuimos a dormir. Al final mi papá siguió viendo televisión con mi hermano Luis, todo estaba tranquilo”, relató.
“Luego los perros empezaron a ladrar de una forma desesperada. Lo último que mi papá le dijo a mi hermano fue: “mijo seguro hay ganado en las cuatro hectáreas”, y salió a verificar. A los dos minutos lo asesinaron, escuchamos las detonaciones, eran tantas que casi supimos que no había nada que hacer”, narró el campesino visiblemente afectado.
En ese momento, la finca de siete hectáreas, que recibió el hombre de 72 años en el año 1989, luego de un proceso de parcelación, y en la cual laboró junto a sus hijos, lo vio partir.
Hasta el sector se desplazaron unidades del Modelo Nacional de Vigilancia, Policía Judicial e Inteligencia, para realizar un barrido en el lugar de los hechos, a fin de recolectar información y ayudar a esclarecer el homicidio. Las autoridades no entregaron hipótesis del hecho.
La mandataria local, Elizabeth Motta Álvarez, anunció que se estudia la entrega de una recompensa para esclarecer los cinco homicidios bajo la modalidad de sicariato que se han registrado en el municipio en los últimos 20 días. Igualmente, informó que llegará refuerzo de motorizados tanto del Ejército como de la Policía a la población para hacer unos recorridos no solamente urbanos sino también en la zona rural.
El líder
Para Huber Jairo, su padre siempre se destacó porque desde joven “peleó mucho por la Reforma Agraria, por la repartición de tierras, estuvo en la parcelación de varias veredas del municipio de Campoalegre, entre estas, El Rincón y San Carlos… siempre decía que él no invadía, su pensamiento era que el que invade es quien viene de otro país a tomar territorios”.
El líder, quien también fue integrante de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia – ANUC, y aspirante a la Asamblea Departamental, es recordado por la comunidad de su vereda por participar activamente en la adecuación de carreteras y ejecución de puentes.
“Recientemente él no nos había manifestado que hubiera recibido amenazas, estaba haciendo una documentación para solicitar al Gobierno un predio para una parcelación en el municipio”, complementó su hijo.
Impunidad
La cruenta violencia que vive Colombia ha estado presente en la familia Alarcón Díaz. Con el reciente asesinato del padre de la misma, ya son tres los homicidios que los llenan de desesperanza.
Y es que el dolor que permanecía en silencio en sus corazones, desde el asesinato del hijo mayor del líder hace 6 años, también destacado en las luchas sociales, volvió a brotar en lágrimas y desconsuelo.
“Mi hermano mayor, Eduardo Alirio, quien le seguía los pasos a mi papá y ejercía también un liderazgo, fue asesinado en 2014 aquí en el predio, pero más abajo, colindando con la parcelación El Dinde”, contó Huber Jairo al mismo tiempo que rechazó que no se haya hecho justicia por este homicidio.
Así como tampoco se ha esclarecido el crimen de su hermano José Miler, quien asegura, murió a manos de uniformados de la Policía. “En 2009 mataron a otro hermano, tres policías resultaron involucrados, pero 11 años después tampoco hay respuestas”, lamentó.
“Yo fui testigo presencial de ese homicidio. Hace un mes me llamaron para que diera nuevamente mi declaración, después de 11 años que pusimos la demanda por el asesinato… Me dijeron que se volverían a contactar conmigo para ver si yo reconocía facialmente al que disparó ese día. Eso estoy esperando”, indicó.
Por la impunidad, que al igual que la violencia ha marcado a su familia, el hijo del líder social pide a las autoridades investigar el asesinato de su padre y judicializar a los responsables. “Le pedimos a las autoridades que nos aclaren el hecho, porque mi papá no solo era un líder sino un hombre íntegro, muchas veces estas muertes se quedan sin respuestas, necesitamos que se haga justicia”.
Rechazo
La noticia del crimen de Eduardo Alarcón Córdoba no solo tiñe de tristeza los hermosos paisajes de aquella zona de Campoalegre, también genera incertidumbre en líderes campesinos del Huila que lo vieron desarrollar parte de sus luchas sociales. Rechazan la ola de violencia que se extiende por el Huila y piden a las autoridades medidas concretas para frenar este flagelo.
Lorena Sánchez, presidenta de la Asociación Campesina del departamento, repudia que en lo que va corrido del 2020 se han registrado más de 180 asesinatos de líderes. “Creo que no hay que normalizar las cifras y seguir contando, sino empezar a ver qué está pasando, el silencio no es una opción ante un fenómeno de tal dimensión.”
La también líder agraria del departamento lamenta que el Huila esté en la lista de las regiones más afectadas por la violencia contra los líderes. “Aquí los Gobiernos Departamental y Nacional deben tomar medidas, reforzar mecanismos que permitan fortalecer la seguridad”, considera.
Complementa que los líderes cada día tienen menos garantías para ejercer su labor. “El domingo teníamos reunión con líderes agrarios en Campoalegre y se canceló por ese motivo, no hay garantías; la gente está miedosa, hay cosas extrañas que permiten a la gente tener una lectura de lo que está pasando en el territorio y lanzar alertas como “no venga más bien”. Esta población es la más vulnerable, estamos exigiendo el derecho a la vida”, reclama.
Para Sánchez la violencia no puede perpetuarse como un mecanismo para callar las posturas políticas. “En el caso del compañero Eduardo Alarcón Córdoba, representaba una legendaria lucha por la tierra, también fue líder del Polo Democrático, era una persona que denunciaba los hallazgos que afectaban a su comunidad”, resalta.
En la misma línea se refiere Ricardo López, representante de Dignidad Agropecuaria en el Huila. “Le hacemos un llamado al gobernador, Luis Enrique Dussán y a su consejero de Paz, Diego Tello, que han guardado un silencio que no está acorde con las circunstancias del departamento; cuando la violencia está cogiendo una ventaja tan desmesurada frente a unas realidades difíciles en varios municipios, es hora de que convoquen a un consejo de seguridad ampliado a ver qué vamos a hacer para frenar esta ola de sangre que poco a poco se va tomando el Huila”, finaliza.
En contexto
Huila: se disparan homicidios contra líderes sociales
Mientras en 2019 fueron asesinados siete líderes sociales en Huila, en lo corrido de este año la cifra ya asciende a once, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), de los cuales cuatro han sido de la comunidad campesina, siendo así el octavo departamento con más homicidios contra esta población en los que va del 2020.
En el municipio de Campoalegre ya se había presentado un evento similar a principio de año, cuando fue asesinado Julio Gutiérrez Avilés, otro líder campesino.
Entre tanto, ya son 234 líderes asesinados en el país en 2020, de los cuales cerca de 80 son campesinos, siendo así la segunda comunidad más afectada, después de los indígenas.
De acuerdo a Indepaz, desde la Firma del Acuerdo de Paz de La Habana en 2016 hasta el 15 de julio del presente año, han sido asesinados 343 líderes campesinos, integrantes de las organizaciones nacionales que conforman la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular, mientras que líderes indígenas, 250, casi 100 menos.
Líder social
Se define líder o lideresa social, a aquella persona que defiende los derechos de una colectividad y desarrolla una acción por el bien común, reconocida en su comunidad, organización o territorio. Todo líder o lideresa social se considera un defensor de derechos humanos: Indepaz.
Departamentos con más homicidios de líderes sociales y defensores derechos humanos en 2020
Cauca:79
Nariño:24
Antioquia:23
Putumayo:17
Valle:12
Córdoba:1
N. Santander:11
Huila:11
Bolivar:7
Chocó:7
Total nacional:234