FERNANDO POLO/LN
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Como si se tratara de una película de terror, Ignacio Ovalle Téllez, hermano de Mirian Ovalle Téllez, la mujer cuyo cadáver fue encontrado descuartizado en un paraje de Pitalito, le narró a LA NACIÓN el calvario que han tenido que padecer durante estos nueve meses buscando a su hermana.
La desgracia tocó a la puerta de los Ovalle cuando Mirian Ovalle Téllez, una mujer de 51 años de edad que manejaba un próspero supermercado y además tenía dos camionetas en el negocio del transporte empezó a tener problemas con su compañero sentimental, Hermes Cabrera, con quien llevaba 14 años conviviendo y tenían tres niñas, todas menores de edad.
La pareja trabajaba arduamente y el progreso era notorio, pero a partir de junio de 2016 Miriam notó que su esposo ya no era el mismo, unos meses después descubrió que Hermes Cabrera le era infiel.
A finales de octubre de ese mismo año no aguantó más y le hizo el reclamo, lo que dio pie para que luego tuvieran una pelea donde su esposo la agredió físicamente. La tomó por el cuello y la arañó, según la misma mujer, en medio de la fuerte discusión Hermes la amenazó diciéndole que si no le hacía las escrituras de la casa a nombre de él la mataría.
Presa del pánico la mujer acudió a la fiscalía a poner el denuncio, dejó constancia que si algo le pasaba era por su esposo, porque ella no tenía enemigos. Así transcurrió el resto del año hasta que en enero de 2017 ella decidió separarse y empezaron a repartir sus bienes, para hacer el trámite legal del divorcio.
Todo lo referente al divorcio transcurría con normalidad hasta que el sábado 4 de febrero de 2017 Mirian decidió ir a hacer unas compras acompañada de Hermes. Ese día fue la última vez que la vieron sus familiares y toda la gente del barrio Las Acacias, donde residía con sus padres, don Paulino Ovalle y doña Blanca Emma Téllez, dos abuelos que dependían de ella.
Su familia en el relato a la justicia cuenta que ese sábado Mirian fue al centro a comprar una estufa y cotizar una nevera acompañada por su ex esposo, quienes se movilizaban en una camioneta de transporte público que ella recientemente había adquirido. El mismo sábado en horas de la tarde sus 3 hijas menores de edad llegaron hasta la casa de Blanca Emma, la mamá de Miriam indicándole que su mamá no había regresado, fue allí cuando empezaron los primeros momentos de angustia y de búsqueda incansable.
El primero en enterarse de lo que le estaba pasando a Mirian fue su hermano Ignacio, a quien doña Emma llamó entrada la tarde en medio de la angustia para decirle que Mirian había salido desde por la mañana y todavía no regresaba.
“Yo lo que le dije es que como se le ocurría que Mirian se iba a perder en Pitalito donde todo el mundo nos conoce, que a lo mejor estaba por ahí donde alguna amiga”, narró Ignacio.
Pero la confianza de Ignacio y la paciencia de doña Emma se fueron perdiendo cuando al día siguiente la mujer no apareció, entonces empezaron a buscarla en los sitios que ella acostumbraba frecuentar.
“Fuimos donde sus amigas y nadie nos dio razón. Como yo sabía que ella estaba pendiente de algunos negocios para vender las cosas por lo de la separación viajé al Putumayo para ver si había cogido para allá, estuve en la Hormiga, en Puerto Asís pero no fue posible que me dieran razón. Fue cuando acudimos al exesposo para ver si sabía algo, pero lo único que nos dijo fue que él la había dejado el sábado en el sector de la galería y nada más”, recordó Ignacio.
“A la semana siguiente –continúa Ignacio- convidé a Hermes a buscarla, como es el papá de las niñas pensé que también le interesaba que apareciera. Nos fuimos a buscarla en la camioneta, estuvimos en Acevedo y en los lados de la carretera que va para Florencia pero tampoco encontramos nada. Ahí fue cuando empezamos a ver como algo sospechoso porque todos sabíamos que ella tenía problemas con el esposo y acudimos a las autoridades a poner el denuncio”.
EL HALLAZGO
Los días pasaron y poco a poco Hermes se fue apoderando de los bienes que ella tenía, según cuenta la familia se fue para Neiva con una de las camionetas y se llevó las niñas.
Del caso se volvió a saber el pasado 5 de abril, que fueron encontrados en el sector de Chillurco en Pitalito unos restos óseos pertenecientes a una mujer, los cuales fueron enviados a Medicina Legal en Bogotá para corroborar si se podía tratar del cadáver de Mirian.
Siete meses después del hallazgo, el jueves anterior llamaron a la familia de Mirian para confirmarle que efectivamente el cadáver que habían encontrado descuartizado era el de Mirian Ovalle Téllez.
“Nos llamaron el jueves como a las diez de la mañana nos dijeron que en lo de la prueba de ADN había salido que sí se trataba del cadáver de mi hermana Mirian, ahora nos toca madrugar el lunes para Neiva a ver que nos dice la fiscalía, si nos entregan el cuerpo aquí, en Neiva o si nos toca ir hasta Bogotá”, aclaró Ignacio Ovalle.
LAS HIPÓTESIS
Las autoridades trabajan sobre la hipótesis de si se trata de un crimen pasional, ya que la mujer no tenía deudas ni enemigos, pero al igual que la comunidad los investigadores no se explican por qué la descuartizaron.
En una de las diligencias que se realizaron dentro de la investigación, en la que participó un miembro del Ministerio Público, se tomaron huellas de la camioneta en la que se transportó por última vez Mirian, y habrían encontrado rastros de sangre. Todas estas evidencias están siendo analizadas para dar con el paradero del descuartizador que tiene aterrados a los huilenses.