Rodrigo Silva, periodista, jefe de Prensa de la Alcaldía de Bogotá, pasó Semana Santa con su familia en Garzón, Huila. LA NACIÓN.com.co aprovechó su visita para entrevistarlo e indagarle por la surte del exalcalde de Bogotá Gustavo Petro, su relación con periodistas de Caracol Radio, su anterior casa periodística, y del favor que le hizo a él y a otros jóvenes garzoneños Gabriel García Márquez.
-¿Por qué acude al cigarrillo y al tinto para responder la entrevista?
Es costumbre. Estaba tomándome el tinto cuando me entró la llamada de la entrevista. Son vicios que tengo desde hace años, ambos son vicios, a juntos los gozo.
¿Qué hace por el Huila estos días?
Como huilense, como nativo de Garzón y por cuestiones del oficio no había podido venir a una Semana Santa en Garzón. Es el momento de reencontrarse con amigos, familiares. Además porque quería ver lo que ya habíamos previsto hace algunos años: la devastación del Huila con la Represa de El Quimbo, la destrucción de nuestros recursos naturales, el incremento del cambio climático, es apocalíptico y no nos hemos querido dar cuenta. Lo mismo que pasa con el Páramo de Miraflores. Como huilense es una alegría triste venir a comprobar que realmente nos están robando nuestra tierra.
Empecemos por hablar de Gabo y su experiencia en el Huila, ¿cómo fue?
Fue muy esporádico lo que ocurrió con Gabo y el Huila en ese entonces porque en mayo de 1973 los estudiantes del colegio Nacional Simón Bolívar de Garzón empezamos unas manifestaciones porque, como ocurre con El Quimbo, nos querían robar algo que había adquirido Garzón con mucho esfuerzo y era la Zona de Carreteras. La clase política se empeñó en negar que las cosas no eran como el pueblo decía. Realizamos manifestaciones martes, miércoles, jueves, viernes, totalmente pacíficas, se sumaron hasta los curas como en los tiempos de la revolución comunera en Neiva donde las revoluciones la hicieron los comunes, los curas y las putas. El alcalde de entonces resolvió traer en esa época un grupo de militares antimotines que no se conocían en Garzón, con sus máscaras, gases, escudos, para amedrentar al pueblo y el día sábado, donde el colegio no estaba funcionando, fueron apresados algunos estudiantes que promovían la espera del entonces Gobernador del Huila que pasaría ese día rumbo a Pitalito para exponerle que Garzón estaba en contra de la decisión del Gobierno de acabar con la Zona de Carreteras. Esto, originó que Garzón reaccionara en un 95 por ciento, pero nos cogieron a los estudiantes y nos mandaron una Justicia Penal Militar donde amenazaron a los alumnos con consejos verbales de guerra, con meterlos a la cárcel. Entonces, Gabriel García Márquez, a quien poco conocíamos porque en esa época no teníamos la posibilidad informática de ahora, se enteró y envío a un abogado muy prestigioso con una sola exigencia: que los estudiantes le diéramos el hospedaje y la alimentación durante el tiempo en que fuera necesario para atender a todos los que estaban implicados en la cárcel y los que estaban siendo investigados por un Juez Penal Militar. Gabo nos envió ese abogado que estuvo de casa en casa y nuestros padres, todos alcahuetes con estos rebeldes que protegían a su pueblo, aceptaron entre todos tener al abogado hasta que el proceso se perdió…
¿A qué está dedicado ahora, a raíz de la salida de Petro de la Alcaldía?
Estoy en la jefatura de prensa de la Alcaldía Mayor de Bogotá y desde septiembre estoy como Secretario Privado de la misma Alcaldía.
Después de lo ocurrido, ¿cuál será su suerte? ¿Saldrá de la Alcaldía cuando convoquen elecciones?
No. Lo que creo es que Gustavo Petro regresa a la Alcaldía en esta semana de pascua por decisiones judiciales y ante la evidente injusticia y la persecución política que ha sido sometida y que el establecimiento colombiano, que no acepta que hayan cambios pacíficos, ni que se toquen sus intereses, están empeñados en que no exista ese regreso, pero por fortuna la justicia nacional e internacional está operando y las consecuencias para el país ya se están empezando a mirar… entonces, el cálculo político del señor Santos y Vargas Lleras les falló. Y no solo Petro regresará a cumplir el mandato que le otorgó la ciudadanía, sino que se va a ser una justicia frente a la arremetida de la gran burguesía nacional.
¿Por qué está tan seguro del regreso de Petro?
Porque no ha habido ni un solo pronunciamiento de fondo sobre los hechos que causan la supuesta destitución. Y digo supuesta porque es ilegal. El Procurador en su investigación y que quede entre comillas porque ya estaba prediseñada desde ciertas reuniones con ciertos personajes en el Club El Nogal en Bogotá, sino porque el Procurador no tiene la facultad legal, ni constitucional, ni de ninguna otra entidad que le permita definir si un decreto es legal porque es competencia de los jueces administrativos. Competencia que además recae en el Consejo de Estado, un Consejo de Estado que ha sido suplantado por el Procurador, que suplanta al Presidente, a todo el mundo, hasta el útero de las mujeres, según su criterio ortodoxo, religioso, antiguo…
¿Hace cuánto no habla con Petro?
Nos chateamos constantemente, precisamente hoy (sábado) hablamos para enviarle, desde las tierras opitas donde hay un buen ‘petrismo’, un saludo especial de cumpleaños. Está cumpliendo 54 años de edad.
¿Qué hizo Petro en Semana Santa?
Disfrutó de un descanso con su familia en la Costa Atlántica.
Si Petro no vuelve a la Alcaldía, ¿usted qué se pondría a hacer? ¿Volvería a Caracol?
Para nada, entre otras cosas porque no creo que me den trabajo y menos a mi edad. Y más cuando he sido el contestatario, el distinto. Caracol era distinto en tiempos de Yolanda Ruiz y Héctor Rincón donde podíamos hacer investigaciones y denuncias como las hice sobre la yidispolítica (fui el primero en denunciarla), lo mismo que el referendo reeleccionista, el denunciante de lo que ocurrió con la zona franca de los señores Uribe en Cundinamarca…
¿Y acaso ahora cómo es Caracol?
La señora directora (Diana Calderón) tiene un sesgo político eminentemente dedicado hacia el sector liberal que orienta el doctor Rafael Pardo que me parece un extraordinario personaje. Y eso ha significado que la información sea totalmente sesgada y si nos ponemos a hacer el inventario de las mentiras que organizó Caracol Radio desde que Petro se posesionó en el gobierno, es un inventario bien largo.
¿Cómo está de ánimo Gustavo Petro?
Está optimista como muy realista. Siempre en todo este proceso largo y engorroso ha tenido una fortaleza admirable, la gente que no conoce a Petro dice que es arrogante, petulante, el que da la última palabra y eso es completamente falso. Si hay una persona que escucha y más a los sectores populares es Petro.
¿Qué pudo faltarle entonces a Petro porque terminó fuera del poder?
Una de las primeras entrevistas personales que tuvimos con Gustavo Petro fue en marzo de 2012, llevaba dos meses largos de gobierno, y él me dijo: ‘Rodrigo, me quieren tumbar. Está todo el estamento colombiano dedicado a buscar la manera de tumbarme’. La idea era estar informando absolutamente todo con base en la realidad sin esconder absolutamente nada. Segundo, descubrir todo lo que estaba pasando: los carteles de la contratación en la cual estaban metidos concejales, congresistas, dirigentes políticos, los señores de las basuras que financian las campañas políticas de Santos y Vargas Lleras. Y todos esos intereses. Averigüen ustedes que Vargas Lleras tiene intereses en El Quimbo a través de su hermano como socio preferencial de la Empresa de Energías de Bogotá, socia de Emgesa. Es decir, todos unos carteles destinados a destruir, a llenarse los bolsillos, a mentirle al Estado. Y llega una persona que no roba, que no comparte el criterio sobre burocracia, burocratización y gobernabilidad, y que no les entregó el poder a los concejales para que siguieran haciendo lo que siempre han hecho, entonces, lógico todo tenía que revertir en un vehemente deseo de ese cartel enquistado que ha gobernado al país durante tantos años, para que una persona distinta esté en el poder. Aguantaron a Samuel Moreno porque provenía de la misma familia del Club El Nogal y nunca dijeron absolutamente nada, pero a Petro sí había que formarle todo lo posible para tratar de sacarlo y lo lograron a través de Alejandro Ordóñez y Juan Manuel Santos.
Le insisto, ¿Petro es arrogante, vanidoso, no escucha a sus asesores?
Esta es una intimidad que le voy a contar y es de consejos de gobierno donde los secretarios van y le entregan unas cifras, datos o resultados y él tiene otros distintos. Entonces, les dice ‘aquí no me vengan con mentiras porque la realidad es esta’. Si eso se llama arrogancia, saber cómo son las cosas o por dónde van, difícil. Una de las mentiras que dijeron y lo empezó Caracol Radio es que Antonio Navarro cuando renunció se había dado en la jeta con Gustavo Petro, cosa que nunca sucedió. Yo fui testigo y no ocurrió, Navarro sigue yendo a la Alcaldía, siguen siendo grandes amigos, pero eso no lo han querido contar los medios. Se han inventado peleas habidas y por haber hasta con la mujer para acabarlo por una u otra cosa.
¿De mal genio?
No, rara veces lo vi así, es muy poco emotivo, e incluso no es un personaje futbolero…
¿Cada cuándo le marca Petro a su teléfono celular?
Cada vez que sea necesario o cada vez que él considere necesario.
¿Por qué los medios no lo quieren?
Porque Petro no es el hombre de los clubes sociales, ni de los que esté dando regalos. Ellos están acostumbrados a jugar golf en ciertos campos como Darío Arismendi con los señores de las basuras y Vargas Lleras…Además, tampoco nos han dicho cuáles son las relaciones de la Directora del Servicio Informativo de Caracol (Diana Calderón) con un Ministro del Gobierno, cuáles son las relaciones de Darcy Quinn con uno de los jefes del cartel de las basuras, o de Darío Arismendi y su hijo constructor. Entonces, es lógico que personas como ellos, como María Isabel Rueda que nunca están enteradas absolutamente de nada se han dedicado a desprestigiar a Gustavo Petro.
Lo escucho duro en contra de sus colegas de Caracol, pero con ellos trabajó en su época…
Pues yo trabajé en la época con ellos pero nunca fueron mis directores. Mire, Petro siempre ha tenido la prensa en contra, en el Congreso pasó igual. Siempre dijeron que era el mentiroso, que no era cierto lo del gordo García Romero, lo de los doce apóstoles, que no era cierto lo del paramilitarismo en Antioquia, lo que ocurría en el Magdalena con los paramilitares, todas esas cosas siempre se le vinieron encima y fue el malo del paso. Pero el tiempo le dio la razón a Gustavo Petro.
¿Usted en esta defensa de Petro ha ganado más enemigos que amigos, entre sus colegas?
¿Los colegas periodistas o el pueblo colombiano?
Los colegas periodistas
Yo diría que entre los colegas periodistas hay una mediocridad muy grande. Me duele decirlo porque son mis colegas, no son todos…
Cualquiera de sus colegas que lea esta entrevista dirá que está hablando duro. ¿Le aprendió a Petro?
No, es una convicción que he tenido porque he sido maestro de periodistas, pero ahora la frustración es mucho más grande cuando he llegado a la Administración. Desde luego, hay muy contadas excepciones, pero periodistas que se formen, que escriban, que lean, que investiguen, eso pasó a un segundo o tercer plano.
Le insisto, ¿si Petro no vuelve a la Alcaldía, qué se pone a hacer?
Así me toque ponerme a vender empanadas, pero cuando uno llega a la administración pública está dispuesto a que puede durar dos años, dos semanas, dos meses, dos días…
