Se publicó recientemente el informe “Desafíos y oportunidades de empleo y emprendimiento en los adultos mayores” del Observatorio para el Emprendimiento y Empleabilidad del Adulto Mayor de la Universidad del Rosario y Porvenir, y el cual advierte, entre otras cosas, que en el país 6 de cada 10 trabajadores personas mayores de 60 años son empleadores o trabajan por cuenta propia.
Según este análisis, que busca medir las oportunidades de emprendimiento y empleo para personas mayores en las 5 ciudades principales del país, al cuantificar las razones por las que optaban ser independientes, el 38,2% manifestó querer más independencia y el 25,3% lo hizo por tener una autopercepción negativa de su edad. Solo el 10% declaró que lo hace por buscar emprender. Los adultos mayores que trabajan como independientes están en su mayoría en industrias como la agricultura y el comercio, tienen un salario relativamente bajo y altas tasas de informalidad.
De acuerdo con Julieth Ríos, autora del informe, las razones principales por las cuales las personas mayores no consiguen trabajo son problemas de salud y las responsabilidades familiares, siendo esta última la más prevalente en mujeres mayores. “Esto implica que se requiere avanzar en mejorar el bienestar de la población adulta mayor para garantizar calidad de vida y el desarrollo de actividades productivas, pero además se requiere un enfoque de género, ya que las brechas que se observan y se han visibilizado, son igualmente prevalente entre las personas mayores”.
El informe refleja una problemática que ha pasado inadvertida a lo largo de los años. Si bien en adultos mayores hay deseo de independencia, muchísimos otros son ‘golpeados’ por la poca inclusión laboral que hay por parte del sector productivo.
En momentos en que el Congreso está próximo a retomar temas como las reformas laboral y pensional, valdría la pena pensar en un plan ambicioso para promover la inserción en el mercado laboral de personas mayores.