Parece que el señor Lucio Rubio Díaz, representante legal de la empresa Emgesa S.A. E.S.P. para Colombia, está empeñado en convertirse en el “Enemigo Público” del Huila.
Actitudes desafiantes como las que ha tomado en los últimos días lo tienen enfrentado no solamente con el Tribunal Administrativo del departamento, sino también con la dirigencia política regional y, obviamente, con la comunidad, quienes hartos, hemos comenzado a identificarle como un agresor, impávido e irrespetuoso.
Emgesa S.A. E.S.P. llegó al Huila hace más de 10 años para darle vida a un megaproyecto hidroeléctrico que, en teoría, beneficiaría a la región y al país. Tal vez sea exagerado, pero considero que el único rédito que se puede extraer de “El Quimbo” es la experiencia, para no volver a permitir otra represa más en estas condiciones.
Tristemente al señor Rubio Díaz su master en Administración y Dirección de Empresas del ICADE, su formación gerencial en Programa Desarrollo de Directivos, y mucho menos su participación en el programa “Presidentes de Empresa” en la Universidad de Los Andes, le ha permitido entender que el Estado colombiano, dentro de su concepción constitucional, política y jurídica, se encuentra inmerso en una figura tripartita de poderes, donde una decisión judicial ha de ser respetada, muy a pesar de que su conveniencia sea discutida por los particulares, e incluso por el mismo Gobierno Nacional.
La medida cautelar del pasado 12 de noviembre, concedida por el Honorable magistrado Ramiro Aponte Pino, en la cual ordena inaplicar el artículo 1º del Decreto Legislativo 1979 del 06 de octubre de 2015, expedido por la presidencia, mediante el cual se autoriza el inicio de la producción energética, fue obviada por Rubio Díaz de manera rotunda. Una actitud bastante reiterativa de la compañía, quien también ha incurrido en sendas violaciones a peticiones, conceptos, sanciones y órdenes judiciales de cuanta autoridad regional han querido, sin importar que algunas vayan en directa consonancia con la protección de derechos fundamentales, ambientales y económicos.
Tal parece que ahora otro gallo cantará. La Corte Constitucional (quien a pesar de tanto escándalo sigue pareciendo tener un claro raciocinio) ha declarado impedida a Emgesa para poner en marcha el megaproyecto, por segunda vez desde que comenzó a operar. La Corte ha reconocido que Emgesa aún no ha cumplido a cabalidad con los requisitos estipulados para poner en operación la represa, particularmente por el retiro de la biomasa que quedó en la zona que fue inundada. Esto sin tener en cuenta que Emgesa tampoco ha cumplido de manera total y efectiva con el reconocimiento de las indemnizaciones a que se encuentra obligada, entre otras, por el artículo décimo de la resolución 0899 de 2009.
No obstante a todo esto, y a pesar de que la Gobernación del Huila, la C.A.M., los gremios, y en general la gran mayoría de los huilenses hemos mostrado nuestro inconformismo, Lucio Rubio ha sostenido en diferentes medios que el inicio de operaciones de la hidroeléctrica “no tiene reversa”. Una actitud, como mínimo, irresponsable.
Habrá que esperar entonces para conocer cómo procederá Rubio Díaz y “El Quimbo” ante la decisión de la Corte Constitucional. Mientras tanto, y en vista de todo lo acontecido, parece que el Huila ha ido encontrando en Emgesa y sus representantes, un motivo para declarar enemistades colectivas, públicas y radicales. Algo anteriormente poco visto.