Cuando le regalaron el Mundial de Qatar a Messi solo para convertirlo en leyenda a fuerza de golpe, escribí “Neoargentinos” donde criticaba la actitud de millones de colombianos que eran (o son) fanáticos del jugador y se creían (o se creen) argentinos vistiendo la camiseta conocida como albiceleste. El domingo pensaba en ese episodio y me preguntaba, ¿cuántos neoargentinos quedan a tiempo presente?
No pasaron dos años y tuvieron que enfrentarse en la final de la Copa América, Colombia y Argentina, para ajustar las cuentas por la semifinal de 2021 en la que El ‘Dibu’ y el mismísimo Messi (que idolatran tantos colombianos) se burlaron abiertamente de Yerry Mina por fallar un tiro desde los doce pasos. En esa ocasión, Martínez se comió de cuento no solo a los cobradores sino también al árbitro venezolano, Jesús Valenzuela.
La cita era perfecta y el ajuste de cuentas necesario. Pero desde la organización del mismo torneo se vio que iban a repetir la dosis de regalarle a Messi la Copa América. Argentina tenía un día más descanso y pasó a la final cómodamente enfrentando a Canadá. Colombia, por su parte, hizo lo mismo en un partido en el que superó a Uruguay a la uruguaya; es decir, con pelota aérea, raspando sin consideración y con muchos huevos. Los mismos que faltaron cuando saltó a la cancha el siempre favorecido Lionel Messi y sus diez escoltas.
Así se llegó a la final y con una puesta en escena de Shakira quien representaba bien a ambos equipos y al fútbol en general. Conocida por los argentinos por su relación con Antonio de la Rúa, madre de los hijos Gerard Piqué (campeón mundial en 2010) y colombiana como Karol G, el espectáculo fue montado para Colombia, mientras que la Copa se la querían embolsillar, de nuevo, a Messi quien además jugó una pésima final, falló un penalti, y solo anotó un gol en todo el torneo; aun así, fue catalogado como el mejor jugador de la Copa América. Como dicen por ahí, el chiste se cuenta solo.
De hecho, uno no se explica cómo Messi pudo ser el mejor del torneo si Lautaro Martínez anotó 6 tantos incluyendo el gol que pudo evitar Carlos Cuesta, tal como lo hizo Luis Suárez contra Ghana en el Mundial de 2010, y que le dio nuevamente el título al equipo de Scaloni. Nadie podría negar que Lautaro fue la verdadera estrella del campeonato.
Insisto, el espectáculo fue para Colombia no solo por Shakira o Karol G sino por las vergonzosas imágenes, que dieron la vuelta al mundo, y en las que se vieron a colombianos violando la seguridad del Hard Rock Stadium y la detención de Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol. Imágenes que en parte ratificaron lo sucedido en el partido contra Uruguay.
A pesar del fútbol que mostró el equipo de Néstor Lorenzo queda el sinsabor de la derrota en el partido que había que ganar y que por múltiples razones se perdió. Razones entre las cuales está mucho de lo que nos define como nación. El análisis táctico del juego les queda mejor a los hombres de campo (entrenadores y exfutbolistas) quienes valoraran mejor lo sucedido durante los ciento veinte y tantos minutos que se jugaron.
No queda más que el agradecimiento para toda la Selección Colombia, deseándoles lo mejor en lo sucesivo y expresar el rechazo total del oportunismo del hombre del M-19 por querer instrumentalizar lo que tanto boicoteó (hablo de la Copa América 2021) y por la manera en que quiso poner a estos buenos muchachos al nivel de los criminales de Primera Línea.