De una enorme gravedad son los detalles que esta semana LA NACIÓN ha revelado sobre el ‘festín’ que antes de terminar su mandato, hizo el exalcalde de Neiva, Gorky Muñoz Calderón, con un sinnúmero de bienes públicos a lo largo y ancho de la ciudad.
Fue el último domingo de diciembre (no laborable) el día que el entonces mandatario utilizó para suscribir actas de entrega y actas de inicio, sin que contaran con las licencias y permisos requeridos por las curadurías y los organismos de control. Tampoco contaban con las licencias de intervención y ocupación temporal de espacio público, no tenían estudios de factibilidad ni estudios de impacto ambiental, ni licencias de construcción expedidas por las curadurías urbanas y menos aún, permisos obligatorios de la autoridad ambiental para intervenir con cemento zonas verdes de uso público. Entre ellos, una gasolinera, varios parqueaderos, una escuela deportiva, un centro de servicios para carros y zonas públicas para asaderos, restaurantes y venta de comida. Todos fueron entregados hasta por 25 años en condiciones desventajosas para la Alcaldía Municipal, desconociendo los usos del suelo, contemplados en el Plan de Ordenamiento Territorial.
Sobre este ‘festín’, Planeación Municipal ha confirmado que al momento de la suscripción del acta de inicio, las propuestas no contaban con licencia de intervención de espacio público: “No era posible que se hubiere otorgado la resolución de adjudicación sin este requisito. No tenía licencia de intervención y ocupación temporal de espacio público”.
La Fiscalía General de la Nación ya tiene en sus manos este caso. Es urgente que a través de su área de delitos contra la administración pública, investigue no solo la conducta del exalcalde Muñoz sino la de otros funcionarios y particulares involucrados. Estos son los hechos que deben ser priorizados por las autoridades y de los cuales la ciudadanía espera resultados prontamente.
La Fiscalía tiene ahora la palabra.