La falta de planeación y visión de nuestros gobernantes han sumido a proyectos como el ‘Pasaje Camacho’ en un completo fracaso, al punto que, dineros de nuestros impuestos se van en contratos de celaduría y vigilancia de estos locales, (2020 – 2023) sin que exista ningún tipo de retribución económica hacia el municipio por parte de los particulares que los tienen a su cargo.
A este tradicional paso peatonal que conecta el parque Santander con la Plaza Cívica en la capital del Huila, se le invirtieron en el año 2007, gobierno de la exalcaldesa Cielo González Villa, recursos superiores a los 1.500 millones de pesos, como proyecto turístico emblemático que reactivaría la actividad comercial y el tránsito peatonal en pleno corazón de la ciudad.
Sin embargo, el proyecto nunca fue estructurado, planificado y acompañado socialmente para lograr de este lugar un fuerte atractivo para propios y visitantes. Por el contrario, se convirtió en un dolor de cabeza para los alcaldes, quiénes inicialmente tuvieron que lidiar con el abandono de los locales por parte de la mayoría de los beneficiarios al no lograr los niveles de ventas esperadas.
Durante los primeros años este espacio era ampliamente visitado, pero con el pasar de los meses el desorden se apoderó del lugar y la presencia constante de habitantes de calle y la inseguridad, empezaron a desplazar a las personas que buscaban un espacio de confort para compartir con amigos mientras disfrutaban de un tradicional batido o sevillana.
Durante la administración de Rodrigo Lara Sánchez se realizaron algunas inversiones en mantenimiento y se planteó la posibilidad de entregarle la administración al Fondo Mixto, de manera que se pudiera garantizar su sostenibilidad, sin embargo, la idea no se concretó.
Actualmente el municipio de Neiva es propietario de 24 locales ubicados en el Pasaje Camacho, de los cuales 16 se encuentran en posesión informal por terceros o particulares y 4 han sido cedidos por el municipio a través de contratos de comodato. La infraestructura no está registrada en Almacén del municipio, ni se ha realizado el proceso de desenglobe, tampoco se ha hecho el reconocimiento de la construcción por escritura pública.
18 años después de inaugurado, no existen contratos de comodato, arrendamiento o de aprovechamiento económico que le genere algún tipo de ingreso económico al municipio, lo que ha sido calificado por la Contraloría de Neiva como “debilidad en el seguimiento y control de los bienes inmuebles”, así como evidentes deficiencias en la caracterización e inventario. Motivo por el cual conminó a la administración municipal a adelantar urgentemente las acciones jurídicas pertinentes para la recuperación de estos espacios.
