La Nación
Las bombas fumigadoras, repletas de agua, se han convertido en una herramienta aliada para la comunidad que junto a los organismo de socorro y la fuerza pública que hace presencia en el lugar, intentan ‘ahogar’ las conflagraciones.
TEMA DEL DÍA

El ‘infierno’ que viven los palermunos, en fotos

Intensas jornadas para contrarrestar los múltiples incendios en Palermo, Huila, se han desarrollado desde hace ocho días, cuando arrancó la primera conflagración. Ayer el equipo periodístico de LA NACIÓN se trasladó hasta la vereda Alto Sardinata del centro poblado El Juncal, donde está instalado el Puesto de Mando Unificado. Allí los organismos de socorro, fuerza pública y comunidad, trabajan conjuntamente para que los habitantes de esa municipalidad logren salir del ‘infierno’ que los está rodeando, casi hasta ‘asfixiarlo’.

Debido al denso contexto más de 20 personas se descompensaron y tuvieron que ser atendidas por la misión médica. También hubo un lesionado por quemaduras que tuvo que ser remitido al Hospital San Francisco de Asís de Palermo. A la fecha van tres.
Debido al denso contexto más de 20 personas se descompensaron y tuvieron que ser atendidas por la misión médica. También hubo un lesionado por quemaduras que tuvo que ser remitido al Hospital San Francisco de Asís de Palermo. A la fecha van tres.
Sobre el mediodía, luego de la visita de miembros de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, se dispuso de un helicóptero Huey II que cuenta con el sistema Bambi Bucket.
Sobre el mediodía, luego de la visita de miembros de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, se dispuso de un helicóptero Huey II que cuenta con el sistema Bambi Bucket.
Con gorras y capuchas, los ciudadanos de la zona salieron a apoyar a los expertos que se encontraban en terreno. Las tareas eran varias, tanto en el “centro de operación” como en los puntos donde los incendios siguen activos.
Con gorras y capuchas, los ciudadanos de la zona salieron a apoyar a los expertos que se encontraban en terreno. Las tareas eran varias, tanto en el “centro de operación” como en los puntos donde los incendios siguen activos.
Un grupo de mujeres se han encargado voluntariamente de realizar el desayuno, almuerzo y cena, para quienes trabajan coordinadamente en acabar los incendios. Son más de 300 platos que no solo realizan, sino que sirven y envían.
Un grupo de mujeres se han encargado voluntariamente de realizar el desayuno, almuerzo y cena, para quienes trabajan coordinadamente en acabar los incendios. Son más de 300 platos que no solo realizan, sino que sirven y envían.
Mientras las montañas se consumían, el humo nublaba el cielo y la ceniza pululaba por el aire, la gente de la región con cara de angustia y hasta lágrimas en sus ojos, luchaban por no caer en el ‘infierno’ completamente.
Mientras las montañas se consumían, el humo nublaba el cielo y la ceniza pululaba por el aire, la gente de la región con cara de angustia y hasta lágrimas en sus ojos, luchaban por no caer en el ‘infierno’ completamente.