Fue una vida dedicada al servicio de la justicia. Una vez terminados sus estudios de secundaria en el Colegio Mayor del Rosario, ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional, donde se recibió como abogado, habiendo sido compañero de figuras de talla nacional como Pedro Miguel Samper y el cofundador del diario El Siglo, José de la Vega y del doctor Jorge Gartner, ex ministro de gobierno del presidente Eduardo Santos. En el Juzgado Municipal de El Agrado el doctor Diógenes Carrera se inició en la judicatura y luego fue titular de los circuitos de La Plata, Garzón y Neiva, para después desempeñar los cargos de Fiscal y Magistrado del Tribunal Superior por más de dieciséis años, contando entre sus colegas a juristas de la alcurnia de un Rafael Leiva Charry, Alfonso Medina, Abel Ramírez H., Efrain Rojas Trujillo, Luis R. Moncaleano y Rafael A. Cuervo. El doctor Diógenes nació en Palermo en el hogar conformado por don Valerio Carrera Perdomo y doña Dolores Trujillo. Uno de sus hermanos, el doctor Arturo, ocupó el cargo de Gobernador del Huila entre 194l y 1942, habiendo sido también Senador y Consejero de Estado. El doctor Diógenes contrajo matrimonio en Neiva el 8 de julio de 1923 con doña Zoila Salas, perteneciente a la familia de Benito y Fernando Salas, próceres de la independencia, sacrificados en la época del terror por órdenes del español Ruperto Delgado, en la plaza principal de Neiva, el día 18 de septiembre de 1816. Fueron hijos de este matrimonio los siguientes: Eustasio, quien estudió Agronomía. Gonzalo, quien ejerciera el cargo de Cónsul de Colombia en Maracaibo y también de Magistrado del Tribunal Superior de Neiva. Plácido, médico de la Universidad Javeriana. Diógenes, Capitán de Navío e Ingeniero Naval. Eduardo, Administrador de Empresas de la Eafit de Medellín. Cecilia, la mayor de sus hijos. Luz, casada con Alvaro Orjuela y Zoila, esposa del odontólogo Miller González Bermeo. El doctor Diógenes Carrera Trujillo fue un jurista integral que dio ejemplo de pulcritud y firmeza en los cargos que ejerció y que como ciudadano fue digno exponente de la raza huilense. Murió en Neiva el 28 de diciembre de 1943, cuando aún podía dar más a su tierra y a su estirpe.