Crecen las voces que le están pidiendo al Gobierno de Gustavo Petro salvar la economía colombiana, debido a los indicadores negativos que esta viene presentando. Al mal momento que pasa la inversión privada, sectores generadores de empleo como el comercio minorista, la construcción de vivienda y las industrias manufactureras, están en evidente declive.
Como ya se ha expresado en esta tribuna, semejantes alertas que está dando la economía del país son preocupantes y representan una repercusión negativa en el mercado laboral y la calidad de vida de los hogares colombianos. Es obvio que si el comercio o la vivienda, sectores que siempre han jalonado el crecimiento económico, caen; inmediatamente habrá cierre de empresas y menos puestos de trabajo.
Por eso, la preocupación crece al igual que las voces de quienes piden al Gobierno de Petro que haga algo, como la de Acopi, la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas. El presidente de este gremio, Rodolfo Correa Vargas, está pidiendo “replantear la protección que le estamos dando a la industria nacional, que hoy requiere urgentemente una política de reindustrialización, una política de estímulo fiscal y una política de formación en sostenibilidad ambiental para que podamos tener realmente una economía integradora. Jesús Antonio, necesitamos una economía que sea capaz de procurar desarrollo y bienestar a todos”.
El presidente de Acopi hace además una cruda radiografía del momento actual: “hoy los empresarios en Colombia tienen que elegir entre pagar impuestos o pagar nómina. Esa es la realidad de la mayoría de los micro y pequeños empresarios del país”. Sensatamente, el dirigente gremial hace un llamado a “no trasladar el discurso de polarización política a la economía porque se nos revienta la economía del país”.
Ojalá, el Gobierno Nacional escuche la angustiante voz de uno de los representantes del sector que el mismo presidente Gustavo Petro llama “economía popular”.