En entrevista con LA NACIÓN, el ministro de Cultura, Juan David Correa, ha hecho un llamado que no puede ser ignorado por quienes sean elegidos como mandatarios el próximo domingo 29 de octubre: “Las alcaldías están obligadas, por gobernanza, a atender el tema cultural, a incluir en sus presupuestos la cultura, fortalecer las casas de la cultura, dotar las bibliotecas y proteger a los líderes sociales y culturales. Esa es mi invitación para que juntos construyamos un diálogo. Queremos construir ese diálogo con el nuevo gobernador del Huila, el nuevo alcalde de Neiva y los demás mandatarios que sean elegidos. El Ministerio de Cultura está listo para ir a la capital huilense y hacer una gran reunión con los nuevos gobernantes para mirar la inversión cultural contemplada en sus planes de desarrollo para los próximos cuatro años y los apoyos que va a dar el gobierno nacional”.
El llamado del ministro Correa es claro y directo y debe entenderse como una de los tantos desafíos que le esperan a los nuevos gobernantes y es darle importancia a un sector históricamente desconocido.
En efecto, la cultura ha sido siempre la ‘cenicienta’ de los presupuestos locales y regionales. Los gestores culturales, lamentablemente, cobran importancia o son valorados cuando hay festividades de por medio. Pero, la cultura va mucho más que eso. La cultura no es solo fiestas o verbenas populares. La cultura es invertir en bibliotecas, casas de cultura, festivales artísticos, literarios y musicales, entre otros. Invertir en cultura es contribuir a la identidad de nuestros pueblos y dar oportunidades reales a quienes viven de su talento y de su creatividad.
Los próximos alcaldes y el gobernador del Huila que sea elegido tienen el gran reto de ver la cultura con ojos de inversión para fortalecer el tejido social de las regiones y las capacidades de emprendimiento de muchas personas.