En la mayoría de Municipios de Colombia, la recolección de basuras es un jugoso negocio, dominado por un reducido número de empresas, a las que solo les interesan los desproporcionados pagos, que reciben. Los pagos, por la inadecuada recolección de basuras, son generalmente confiscatorios y los procedimientos, ambientalmente inaceptables. Las entidades creadas para la protección y conservación del medio ambiente, como instrumentos de la politiquería, la corrupción y el clientelismo, hacen aspavientos pero no se comprometen y menos apoyan la implementación de sistemas de manejo integral de residuos urbanos- RSU. En el mundo, abundan experiencias sencillas y exitosas. Con los Programas de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Pgirs) fundamentados básicamente en la separación o selección en la fuente y reciclaje (70%) y manejo en relleno sanitario (30%). Es de destacar que naciones desarrolladas, con reconocidos niveles culturales, extensivamente manejan los Pgirs. Suecia, Finlandia, Noruega, Alemania, Suiza, España, entre otras tienen consolidado el sistema de selección en la fuente y reciclaje. En Colombia, hay experiencias incipientes prometedoras, con muy escaso o nulo apoyo estatal. Este protege el negocio privado. La producción media, de residuos urbanos es de 0.6 Kilos/habitante/día. Por lo menos, un 70% pueden reutilizarse, mediante manejo integral selectivo. Es posible generar 1.5 puestos de trabajo, por cada 1.000 habitantes servidos. El Pgirs, puede reducir hasta en un 70% el volumen de residuos a tratar en relleno sanitario y en la misma proporción los lixiviados. Convierte los RSU, a través del Pgirs, en un negocio rentable y fuente de trabajo, para los vinculados a la actividad. Las utilidades deben ser para los que se untan en el proceso. No para oportunistas especuladores y explotadores de la pobreza. El cambio de sistema, demanda un proceso de educación y concientización ciudadana. La capacitación es sencilla. Los miembros de la empresa o cooperativa, ejecutora del proceso, finalmente flexibilizarían la carga laboral, para el respectivo municipio. Parcialmente sus ingresos provendrán de su propia actividad. Solo hace falta, orden, dirección, voluntad política y conciencia social, de los gobernantes. Ambiental, social, cultural y económicamente, Neiva debe adoptar ese sistema. Política y administrativamente, no tiene otra alternativa. Estudios para determinar el mejor sistema, no son necesario. Los países desarrollados demostraron desde hace años, cuál es el mejor sistema. Parece que inescrupulosos y/o presuntos delincuentes, pretenden, como el “Embajador de la India” de marras, embaucar a la Administración Municipal, con un sistema de tratamiento de lixiviados, que cuesta miles de millones. La Administración Municipal y la ciudadanía, deben rechazar esas pretensiones y los órganos de control, hacer el control de advertencia oportunamente. EPN afronta dificultades administrativas, y financieras, graves, pero es recuperable si adoptan procedimientos de austeridad y racionalidad en el gasto y mejoran los ingresos. Es posible lograrlo.