Desde enero del año nuevo y durante los siguientes cuatro años, Gregorio Eljach será el Procurador General de la Nación. Así lo decidió esta semana la plenaria del Senado de la República, luego de elegir mayoritariamente al candidato ternado por el presidente Gustavo Petro, por encima del exministro Luis Felipe Henao, postulado por el Consejo de Estado, y el exsenador Germán Varón Cotrino, propuesto por la Corte Suprema de Justicia.
Eljach recibió 95 votos, Henao 3 y Varón Cotrino 2. Hubo además tres votos en blanco. Así las cosas, la elección de Eljach permitió ver a partidos de izquierda, centro y derecha unidos en torno a su nombre. También evidenció la ‘jugada’ del presidente Petro para evitar que llegara a la Procuraduría Henao o Varón Cotrino, cercanos al exvicepresidente Germán Vargas Lleras. El mandatario cortó así su racha de postular mujeres técnicas como lo hizo con la Fiscalía General de la Nación y la Defensoría del Pueblo.
Gregorio Eljach es natural de Fusagasugá, departamento de Cundinamarca. Sin embargo, creció en el departamento del Cesar y obtuvo su título de abogado en la Universidad del Cauca. Llegó al Congreso de la República de la mano del liberal Aurelio Iragorri Hormaza, de quien fue su asesor por varios años. Y desde el año 2012 hasta la postulación de Petro a la Procuraduría, Eljach era el secretario del Senado, un cargo con mucho poder al interior del Congreso de la República, ya que vela por la legalidad de las sesiones e influye en el desarrollo de estas.
Tras su elección, Eljach ha anunciado que desde la Procuraduría atacará “el demonio de la corrupción” y que concentrará esfuerzos para “desmontar las mafias que anidan en el Estado”.
Ojalá, Eljach cumpla al pie de la letra su promesa de combatir la corrupción, cada vez más desbordada en las regiones. Sin embargo, para ello deberá empezar por evitar que la Procuraduría pierda sus facultades investigativas y sancionatorias. También es clave que nombre procuradores idóneos y sin ‘cola política’.