Ventana médica Las manos fuera de hacer trucos, se utilizan para estimular el contacto físico, para sellar una amistad, para hacer señales y muchas otras cosas más. La medicina que yo aprendí fue una profesión para estudiar al paciente con todos nuestros sentidos. Para hacer un buen diagnóstico, es elemental integrarnos física y espiritualmente con nuestros pacientes, y a veces, meternos dentro de sus sentimientos para así hallar el origen del mal. Hoy en día la medicina que practican algunos médicos, es la medicina en la cual solo se utiliza la mitad de un sentido, o de pronto la cuarta parte, y es el sentido de la audición. Si ustedes van a una EPS el médico no los ve, ni siquiera los mira, solo “escucha” el motivo de la consulta, y eso lo mete en el chip de su computador y en una pequeñísima parte de una de sus neuronas; luego el computador en base a unas guías médicas le da el diagnóstico para tratar solo los síntomas o el síntoma principal. Pregúntese: ¿hace cuanto tiempo un médico no lo hace acostar y busca con sus manos y todos sus sentidos sobre su cuerpo el mal que lo aqueja? ¿Cuánto hace, que no le percuten el abdomen, el tórax, le palpan los senos, le tocan su cuello o le examinan sus ojos, oídos, nariz, garganta y todos los sitios del cuerpo donde hay ganglios? O ¿Cuánto hace que no le tocan sus articulaciones o se las miden o las hacen sonar para saber si hay un traquido artícular? Un conferencista Americano contaba que una señora llegó a urgencias en estado de confusión mental y cefalea; le hallaron una tensión de 240/170 y la metieron “de una”, al tomógrafo para ver que tenía su corazón, por ser ella hipertensa. Lo extraño es que lo que buscaban no se encontró y lo que no buscaban se encontró: el TAC de Tórax mostraba múltiples masas en senos y en tórax. Era una paciente con cáncer de seno invasivo. Buscaron sus antecedentes y en la historia clínica de muchos años atrás y no encontraron un examen físico de alguien que se le hubiese ocurrido hacer un riguroso examen de senos manual. La falta de contacto físico con el paciente y un examen de mínimo 40 minutos por paciente con interrogatorio exhaustivo es elemental para ahorrar gastos. Sin embargo, nuestro sistema de salud y las políticas de salud manejadas por personas NO médicas dan al traste con el bienestar de los pacientes y la pérdida de respeto que poco a poco se tiene por nuestra profesión. Tocar al paciente no es irrespetarlo, es respetar nuestra profesión. Aruz1950@yahoo.com