No será un buen 2025 así algunos optimistas pronostiquen lo contrario. El gobernador Rodrigo Villalba – a quien no le fue como quisiera en el arranque de su gobierno-, seguirá con la coca en la mano buscando el espaldarazo de Gustavo Petro, cada vez más desconectado y alejado de la realidad de las regiones. Y el alcalde de Neiva, German Casagua, no tendrá otra alternativa que seguir postrado a los pies del Gobernador porque demostró que es regular gestionador de recursos fuera del Huila y no le queda más remedio que acudir a los endeudamientos. Les aseguro que el de $80.000 millones es apenas el primero.
Villalba y Casagua seguirán unidos. Actuarán unidos de cara a las elecciones parlamentarias del 2026, así la popularidad no los arrope. Ambos saben que tienen burocracia, dinero estatal y pueden mover sus hilos a su antojo. El Gobernador, por ejemplo, en una hábil salida mediática, dijo esta semana que no es petrista, pero votó por Petro, una frase tibia, aunque perfecta para un hombre como él que busca quedar bien con Dios y el diablo. Quiere desmarcarse de un Gobierno que hoy quema políticamente al que se le arrime.
Una lista salpicón a la Cámara de Representantes por el Huila podría demostrar la alianza. Iría un villalbista cuyo nombre no está definido, Yamid Sanabria- el exconcejal de Neiva que perdió su curul tras un fallo del Consejo de Estado y amigo personal de Casagua-, Luz Pastrana (renunció a Cambio Radical porque me dicen que no tenía mayor opción por esa lista en el 2026), entre otros. Me dicen que Julián- el hijo de Gorky Muñoz-, podría hacer parte de esa lista, pero no sé si el casaguimo y el gorkysmo se tapen la nariz y hagan parte del mismo combo.
Cambio Radical sigue deshojando margaritas. Carlos Julio González irá al Senado y en la Cámara la lista aún no se consolida. Como están las cosas, es probable que Julio César Triana pelee su curul con Sandra Hernández, quien obtuvo más de 30.000 votos en su carrera a la Gobernación (a ella también la postulan a la Alcaldía de Pitalito), y Jaime Felipe Lozada, que alcanzó una cifra similar en las parlamentarias pasadas. El cupo está peleado. Por eso, Luz Ayda Pastrana salió de su partido. Víctor Andrés Tovar quiere la Gobernación del Huila y no es mal candidato.
El Partido Conservador pasa aceite. La exsenadora Esperanza Andrade busca desesperadamente quién haga parte de su lista para no dejar naufragar el trapo azul, pero no será fácil. En el caso del Senado, ni siquiera Hernán Andrade, su hermano, confirma si aspirará por el que ha sido históricamente su casa política. A la Cámara miran a Jorge Fernando Perdomo y José Eustacio Rivera, pero no tienen votos.
Por los lados del Pacto Histórico, el 2025 será clave. Leyla Rincón busca repetir curul en el Congreso, pero le sacan fuerzas a Lourdes Mateus y Mauricio Sánchez, pero no les alcanzará.
Por cierto, Nika Cuéllar no creo que sea tan torpe de dejar la Electrificadora del Huila y aspirar, tiene un cargo donde gana más de 40 millones mensuales. A ese puesto llegó para quedarse, así la llamen encargada. Feliz Año para todos.