Definitivamente las festividades del San Pedro siguen representando una gran fortaleza para exaltar la cultura regional, mostrar las grandes raíces artísticas y la riqueza folclórica de unas fiestas, declaradas patrimonio nacional. Definitivamente las festividades del San Pedro siguen representando una gran fortaleza para exaltar la cultura regional, mostrar las grandes raíces artísticas y la riqueza folclórica de unas fiestas, declaradas patrimonio nacional. No obstante, durante el festival que concluye, se siguen repitiendo los mismos lunares que debemos superar para convertirlas en las mejores del país. Muchas cosas buenas, malas y feas se quedan sin registrar, pero destacamos algunas de las más notorias. Lo bueno *Las fiestas del San Pedro siguen siendo un destino turístico por excelencia. La presencia de miles de turistas reflejó el atractivo y las fortalezas de las fiestas. Los registros en hoteles, terminal del transporte y aeropuerto fueron indicadores significativos para medir la masiva concurrencia. *La participación de 29 candidatas al Reinado Departamental del Bambuco fue un logro importante. La mayoría de los municipios atendieron el llamado de los organizadores, gracias al apoyo de sus alcaldes y a los comités de fiestas. Sin duda, un reconocimiento a la gobernadora Cielo González y al alcalde de Neiva, Pedro Hernán Suárez. *El Reinado Infantil del Bambuco, con 27 candidatas, se convirtió en otro gran aporte para la construcción de los semilleros de huilensidad y uno de los eventos para preparar a las nuevas generaciones de promotoras de la cultura opita. La falta de estímulos para las participantes, constituye un vacío que afecta a las niñas que no ganan. *La nutrida participación de niños y jóvenes en los encuentros de rajaleñas, sanjuanero y bambuco tradicional, tuvo una particular resonancia, exaltando a los nuevos talentos y a las futuras generaciones de cultores de las tradiciones populares, motivación que debe aprovecharse para mantener en el tiempo las escuelas de formación artística. *Las rondas sampedrinas por barrios y corregimientos realizadas en Neiva permitieron la gran participación de 30 candidatas en el Reinado Popular en Neiva. Las rondas promocionales aseguraron esa alta participación. Igual esfuerzo permitió la participación de 26 candidatas a Señorita Neiva. *Después de dos años de ausencia, la mancha amarrilla regresó para prender el Reinado Nacional del Bambuco. El gran recibimiento ofrecido por LA NACIÓN a las 19 candidatas, así como la participación de comparsas y grupos folclóricos, marcaron un punto muy alto en las festividades y ratificó el compromiso del grupo JOM para apoyar las manifestaciones culturales y la preservación de la huilensidad. *La decisión de la firma Inverautos, gerenciada por Hernando Falla de entregar tres vehículos para las soberanas de Neiva, Huila y Nacional del Bambuco, un esfuerzo regional para patrocinar las fiestas tradicionales como lo hicieron otras empresas regionales como Licorsa, Bavaria y el grupo JOM patrocinadoras de las fiestas. *La confirmación del recorrido de los desfiles sampedrinos por la avenida Circunvalar fue otro acierto, pese a los primeros amagos para cambiarlo. Esta ruta permitió el desarrollo de las fiestas, sin afectar la movilidad en el resto de la ciudad. Además, permitió una mayor organización y comodidad para presenciar los recorridos. *La presencia de los grupos folclóricos de Colombia, Venezuela, México, Argentina e Indonesia gran atractivo para la muestra folclórica internacional. Aunque se redujo la participación, las muestras fueron representativas y sacaron la cara en los diferentes encuentros y se llevaron los aplausos de un público que los animó en las tarimas. *El Encuentro Nacional ‘Abel Valderrama Yusti’ no estuvo a la altura de otros años. Faltó mayor promoción como ocurrió con los concursos de Composición Musical “”Jorge Villamil” y de Interpretación Musical “Anselmo Durán” con buenos finalistas pero poca asistencia. En otros años, eran los de mayor resonancia nacional. *El Encuentro de bandas ‘Milciades Chato Durán contó sólo con nueve bandas, estando ausentes la mayoría de los municipios, como era tradicional en otras épocas. Aunque estuvieron a la altura, faltó mayor creatividad y más temas fiesteros, no sólo clásicos. *El encuentro de danzas ‘César Marino Andrade’ sigue siendo importante para mostrar los esfuerzos artísticos que se desarrollan con grandes esfuerzos en los municipios. Hay que estimular estas manifestaciones locales. Al final Neiva, Isnos, Gigante y Garzón, resultaron ganadores. *Sólo diez agrupaciones de música alternativa participaron este año en el encuentro “Rock en San Pedro”. Aunque la calidad de las interpretaciones fue alta, el sonido opacó la presentación de estas expresiones juveniles. *El encuentro de etnias, otra expresión de multiculturalidad, se cumplió con poca participación. Debería estimularse una mayor presencia de los cabildos indígenas de la región Andina, para preservar su cultura ancestral. *La presentación de Vicente Fernández y de otros artistas nacionales en la Calle del Festival fue otro atractivo. Sin embargo, la “privatización” de un espectáculo público, terminó opacando la posibilidad de un disfrute pleno para la gran mayoría de visitantes. *Durante las festividades los niveles de accidentalidad bajaron ostensiblemente. Los controles ejercidos por la Policía y las autoridades de tránsito aseguraron la normal movilidad durante la temporada tanto en Neiva como en el resto de municipios. *Los niveles de criminal, tradicionalmente altos, también se redujeron considerablemente durante la temporada, gracias a las campañas de prevención y al refuerzo del pie de fuerza realizado por la Policía en los cascos urbanos y del Ejército en el sector rural. *Los medios de comunicación, con excepción de los oficiales, estuvieron a la altura, vinculados a las fiestas, cubriendo todos los pormenores, pese a las limitaciones presupuestales. Sin embargo cumplieron. Lo malo *Este año, como ha ocurrido en otras oportunidades, las fiestas del San Pedro no tuvieron la debida promoción nacional. Faltó gestión y liderazgo para promover el certamen. La transmisión de televisión, por un canal internacional, no fue un acierto y fue restringido. Además, solo se transmitió la parte final, con una limitada audiencia. *Los aportes del Ministerio de Cultura siguen siendo muy reducidos para una fiesta declarada patrimonio nacional. La financiación y los aportes de las grandes empresas, las principales beneficiadas no están a la altura de las cuantiosas ganancias que les deja el evento. *Por primera vez en muchos años, el festival no tuvo un equipo de prensa encargado de la coordinación, apoyo y difusión de los distintos certámenes. Insólitamente, sin ninguna planeación, se manejó a control remoto, constituyendo un enorme bache. Lo curioso es que inicialmente se incluyó en el presupuesto. *Los taxistas hicieron su agosto en junio. No sólo suprimieron el taxímetro, cobraron prima y se extralimitaron con las tarifas, sin que las autoridades de tránsito ejercieran el control debido. Además, el servicio ofrecido a propios y visitantes no fue de calidad. *El uso de espumas en los desfiles se sigue popularizando, generando conflictos entre los asistentes. Pese a la restricción, las autoridades nada hicieron para prevenirlas. *Las comparsas llenas de colorido y motivos típicos, ideadas por artesanos y artistas huilenses, no guardaban armonía. Es necesario mejorar y estimular el talento y el apoyo a los gestores locales y regionales. *El inesperado cambio en el recorrido durante el recibimiento de las reinas nacionales no fue afortunado. El recibimiento durante 51 años se realizaba desde el aeropuerto ‘Benito Salas’ y no desde la Avenida Surabastos, como ocurrió esta vez. *La falta de coordinación sobre el vuelo real ocasionó no sólo retrasos en el desfile de recibimiento. También que varias candidatas se quedaran del vuelo oficial y tuvieran que contratar un vuelo ‘charter’. *El Festival Intercolegiado del Sanjuanero Huilense no tuvo la acogida de otros años. El certamen que congregaba a las instituciones educativas sólo contó con la participación de 11 candidatas. Debe prepararse con anticipación, promocionarlo mejor y darle la importancia que requiere para consolidarse como el primer evento de las fiestas sampedrinas. *El desfile folclórico nacional se salió de control. Faltó mayor seguridad, no había brigadas de salud y los pocos socorristas no estaban previstos de elementos necesarios para atender eventualidades. El servicio de ambulancia no fue el mejor para atender emergencias. Lo feo *Los desórdenes registrados en el municipio de Elías, al término de una cabalgata, terminó en una asonada con la Policía dejando un muerto y dos heridos, además del toque de queda, hecho inusual durante las tradicionales festividades del San Pedro. *La muerte del menor Fabián Nelson Gutiérrez Sánchez acuchillado en pleno desfile por delincuentes cuando intervenía en defensa de un paisano a quien iban a atracar, fue el más grave hecho registrado durante la temporada. Pero además, la falta de atención médica, demostrando las debilidades de los planes de contingencia, en eventos de gran concurrencia. *Los enfrentamientos y desacuerdos entre la secretaria de Cultura Tania Peñafiel y la directora del Reinado Popular Ana María Rincón fueron desafortunados. Las diferencias terminaron con la salida intempestiva de Peñafiel en plena temporada. La misma rivalidad entre organizadores locales y regionales sigue siendo una constante que debe superarse hacia el futuro. *El incumplimiento de los artesanos contratados para organizar las carrozas del desfile nocturno fue otro episodio desafortunado. También la protesta organizada por algunas candidatas con sus barras, ocasionaron la demora en el desfile nocturno. *El museo de Arte Moderno y otras muestras representativas fueron cerrados temporalmente en plena temporada para acomodar las oficinas del Festival. El Museo Jorge Villamil, otro atractivo para visitantes no tuvo visibilización durante las fiestas. *Las inusuales restricciones a la prensa por parte del Club Campestre para cubrir los eventos públicos realizados en ese lugar fue un hecho desafortunado. Por primera vez en muchos años, por instrucciones de los directivos se limitó el acceso a los medios de comunicación, constituyendo un grave antecedente en la “elitización” de unas fiestas que por su esencia son populares. *Por primera vez en muchos años, organizadores de la fiesta de gala en el Club Campestre impidieron el acceso a periodistas de LA NACIÓN para cubrir el tradicional evento típico. Los periodistas fueron sacados a “empellones”, argumentando que estaba “prohibido el ingreso de la prensa”, hecho que merece nuestra enérgica protesta. Un pésimo antecedente, sin lugar a dudas. El regreso de la gran mancha amarilla marcó un nuevo hito al comenzar el Reinado Nacional del Bambuco. Los grupos nacionales e internacionales mostraron otras manifestaciones culturales. Vicente Fernández se despidió de Neiva, un importante logro. El uso de la espuma, una práctica extraña, siguió sin control. Expresiones auténticas del Huila merecen un mayor apoyo. Los jóvenes, llamados a preservar las tradiciones, brillaron con talento en el rescate de la cultura huilense. Coreografías huilenses, un gran aporte que requiere mayor estímulo. La afluencia de turistas desbordó en muchos casos los controles.