En medio del creciente número de homicidios en Neiva y del trabajo arduo por parte de las autoridades para hacerle frente, el intendente Andrés Patío Torrente se convirtió en una cifra más de las víctimas de sicariato en la ciudad. Sin más pistas sobre sus homicidas, se cumplieron ayer los actos fúnebres.
En la catedral de la Inmacualda Concepción de Neiva se cumplió la misa exequial de Andrés Mauricio Patío Torrente. El intendente el pasado lunes 23 fue ultimado a tiros por parte de sicarios cuando se movilizaba en una motocicleta, vestía de civil y los cinco tiros que impactaron en su humanidad le provocaron la muerte inmediatamente.
Ayer sus compañeros de trabajo, amigos y familiares le dieron el último adiós en medio de la tristeza, y además con una desazón por no saber ni siquiera quiénes son los responsables intelectuales y materiales del crimen.
Después de que se cumplieron los actos fúnebres la Policía convocó a una rueda de prensa donde entregó un informe general sobre lo que se ha hecho para que este homicidio no quede impune.
“Se han iniciado labores de investigación, de indagación, se han recolectado elementos de materiales de prueba en conjunto con la Fiscalía, Sijín y CTI”, dijo el Brigadier General Luis Ernesto García Hernández Jefe Oficina Planeación Policía Nacional. Y aclaró que no se entregaban detalles “por motivos de reserva”.
García Hernández ratificó la recompensa de $100 millones para quien brinde información verídica que permita hallar a los responsables intelectuales y materiales del homicidio.
La hipótesis de las autoridades es que Patío Torrente habría sido asesinado debido al trabajo que adelantaba en aras de controlar el microtráfico en el barrio José Eustasio Rivera, donde también residía.
Andrés Mauricio Patío Torrente tenía 35 años de edad y hacía 16 trabajaba en la Policía Nacional. Era soltero, sin hijos y residía con sus padres en el barrio en mención.
Perteneció al Departamento de Policía Bolívar, a la Policía Metropolitana de Cartagena y desde hace siete años retornó a su tierra natal, para integrar el Departamento de Policía Huila. Además de haber estado en el Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes, actualmente hacía parte del grupo de responsabilidad penal de investigación criminal de infancia y adolescencia. En su hoja de vida figuran nueve condecoraciones y 63 felicitaciones.