Un punto débil en la administración pública sigue siendo la elaboración de proyectos. En este sentido, además de la ausencia de proyectos también es notoria la deficiencia en los que se formulan. A pesar de las permanentes instrucciones de Planeación Nacional y sus metodologías, persisten muchas deficiencias desde el simple análisis de la necesidad y de ahí en adelante todo lo que este erróneo proceso genera en los siguientes pasos. Al final, se ejecutan proyectos que no se compadecen con lo que la gente quiere o necesita. Se afecta el desarrollo porque no se cubren las necesidades básicas insatisfechas y en algunos casos ocurren retrocesos en la calidad de vida. La elaboración de proyectos debería convertirse en una fortaleza para una región como la nuestra; ahora que se están reduciendo las regalías, la competencia por estos recursos depende en gran medida que los proyectos se encuentren listos. La formulación de proyectos debería dejar de ser una materia de una carrera universitaria y darle una mayor importancia convirtiéndola al nivel de pregrado y posgrado. La gestión pública de una región también se mide por el conocimiento que se tenga en esta área. Hay muchos formuladores de proyectos que improvisan y parten más bien por la premisa de un deseo de un gobernante que por una necesidad real de la comunidad. Por esta razón vemos tantos proyectos truncos, obras abandonadas, programas suspendidos, agotados los recursos, impactos socio-económicos negativos o a la mínima expresión, entre otros. Es cuando se buscan los culpables y de cierta manera todos son responsables desde el ordenador de gasto y hasta la misma comunidad, en muchos casos; pero esencialmente se trata de falta de una buena elaboración de un proyecto. Lo ideal es que la región tenga gran capacidad de formulación de proyectos, que este no sea un punto débil y que se convierta en una fortaleza para la Gobernación, Alcaldía, Institutos y demás entidades del Estado. De esta manera, prestándole un gran interés a este tema por parte de quienes rigen el destino de las comunidades, en el inmediato futuro se podrán ver obras y programas ejecutados en tiempos razonables, de acuerdo a lo proyectado, sin necesidad de adicionar recursos y con un buen impacto en el desarrollo social y económico de una región.