Escrito por: David Andrés Sánchez Bogotá – Jefe de Crédito y Cartera Universidad del Rosario
Quedan pocos días para que tengamos una nueva contienda electoral, esta vez, el epicentro es la consolidación de los diferentes grupos de poder de manera regional, actualmente dominados por corrientes progresistas en buena parte del país. Se le debe dar la relevancia y alcance al desarrollo de estas, pues, aunque no se vea tan evidente, es el abre bocas para las elecciones presidenciales del 2026 en donde lo que se esgrimirá será el fortalecimiento de los corrientes gobiernista, o, a partir del descontento actual, se constituirán alternativas que represente nuevos modelos de administración.
Como antecedente, no se puede olvidar lo ocurrido hace cuatro años, cuando buena parte de concejos, asambleas, alcaldías y gobernaciones fueron ocupados por militantes de movimientos y partidos políticos fieles al actual “progresismo”. Este resultado se sintió de una manera más pronunciada en los grandes centros electorales del país, lo cual serviría a posteriori de plataforma para impulsar la victoria del actual mandatario del País.
En particular, las elecciones del 29 de octubre serán cruciales y marcarán radicalmente el rumbo del país más que cualquier otro proceso en la historia, a razón que su resultado empezará a marcar un desligue del discurso y el actuar del actual presidente, o, por el contrario, logrará que se acentúen con mayor profundidad las actuales políticas gubernamentales, pues públicamente se ha manifestado la idea de buscar su continuidad por lo menos por un cuatrienio más, y como se menciona el poder regional jugará un papel preponderante en esta intención.
En esta ocasión como ciudadano se debe ser más activo en definir la forma como se quiere que se abordan los problemas, pues es significativamente diferente entre cada corriente política. Por ejemplo, hoy se vive un modelo de gobierno permisivo con los grupos al margen de la ley, pero que suena estricto cuando se menciona a los asuntos que conciernen a las fuerzas militares. En la plaza pública se grita como proclama el defender la economía popular, desconociendo que el éxito que otros países han logrado a través de la formalización y la articulación de empresas de diferentes tamaños. Así también, es importante mencionar los enfoques para abordar temas como la transición energética, la cual aún no parece tener un rumbo concreto y se acopla a los ritmos del pseudo ambientalismo.
En todos los municipios, ciudades y departamentos se debe a empezar a escribir desde las urnas una nueva historia como república independiente. Uno de los mejores caminos es abordar los temas que por su pertinencia presente y futura deben estar sobre la discusión electoral, como lo es la problemática en lo referente a la seguridad jurídica y ciudadana como elementos fundamentales para la consolidación como sociedad, de lo contrario se continuará con los vicios estatales que tienen a Colombia sumido en la total negligencia administrativa donde no vale la pena quejarse porque se sabe que nada pasará. Se quiere que lograr grandes cambios para mejorar no para empeorar.