LA NACIÓN conoció en primicia que la Electrificadora del Huila recibió 5.400 millones de pesos producto de un proceso judicial que libró durante 15 años con la Empresa de Energía del Pacífico S.A. – Epsa, por incumplimiento de esta en la firma de un contrato, lo cual le generó a la compañía huilense perjuicios que ahora fueron resarcidos por orden judicial.
Boris Carvajal Renza, secretario General y jefe del Área Jurídica de Electrohuila, destacó que el positivo resultado es fruto del trabajo, seguimiento y la acertada orientación desde el punto de vista legal, “Fue un proceso extenso y ampliamente debatido en el que hubo una sólida argumentación técnica por cada una de las partes, en el que finalmente se aplicó el viejo aforismo que asegura que ‘la justicia cojea pero llega’. Es un caso importante a nivel del sector eléctrico en cuanto este tipo de litigios no son comunes en los estrados judiciales y además generó jurisprudencia sobre un campo muy especializado como es el de compra de energía. En lo corporativo se reivindicaron los derechos de Electrohuila”, expresó el Secretario General.
Estos recursos ya ingresaron al presupuesto de la compañía y desde allí se le dará la destinación de acuerdo a las necesidades de la empresa.
DEMANDA
A finales de los años 90, Electrohuila abrió una convocatoria pública con el objetivo de recibir propuestas de suministro de energía la cual requería para atender la demanda de los usuarios del Departamento. En virtud de esta convocatoria presentaron propuestas varios generadores hidráulicos del país, habiendo sido la más favorable en términos económicos la de Epsa, por lo cual le fue a esta empresa adjudicado el contrato. Epsa nunca firmó el contrato a pesar de los múltiples requerimientos de Electrohuila que se vio en la necesidad de buscar un proveedor de la energía faltante y finalmente adquirirla a un precio superior en el mercado de energía mayorista, es decir en bolsa.
Para apalancar financieramente esta operación, Electrohuila tuvo que acudir a créditos de la banca los cuales fueron facilitados, no obstante la difícil situación que tenía para esa época la empresa huilense.
A raíz de esta situación, Electrohuila reclamó la indemnización de perjuicios mediante demanda, que se tramitó en el Juzgado 14 Civil del Circuito de Cali, la cual fue fallada a favor de Electrohuila.
Epsa apeló la sentencia de primera instancia la cual fue confirmada por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pamplona, a donde había sido remitido el expediente para que se decidiera el litigio en virtud de medidas de descongestión adoptadas por el Consejo Superior de la Judicatura.
Boris Carvajal Renza, secretario General y jefe del Área Jurídica de Electrohuila.
¿POR QUÉ NO SE FIRMÓ?
Según los documentos conocidos por LA NACIÓN, Epsa nunca dio una explicación formal sobre el tema, nunca le dijo a Electrohuila que carecía de interés en la firmar de ese contrato, simplemente hubo una omisión que terminó en el litigio judicial.
“Nosotros enviamos el contrato físicamente para la firma de Epsa pero siempre se presentaron maniobras dilatorias para suscribirlo y nunca lo hicieron. Notificada la demanda Epsa expuso en su defensa varios argumentos, entre ellos que no estaba obligada a suministrar la energía ya que no se había firmado contrato alguno y además que el precio ofertado en los meses siguientes se habían cuadruplicado a raíz del “fenómeno del niño”, lo que les imposibilitaba cumplir conforme a lo propuesto inicialmente. Electrohuila sostuvo la tesis de que si bien no se había formalizado un contrato –por razones ajenas a su voluntad- sí existía una oferta que se había aceptado y esto ya generaba jurídicamente la obligación de Epsa de suministrar la energía, posición que finalmente fue respaldada por el Juzgado y el Tribunal “, señaló Boris Carvajal Renza.
LA INDEMNIZACIÓN
Epsa acató la orden judicial cancelando a Electrohuila en total la suma de 5.400 millones de pesos, de los cuales 5.200 millones de pesos corresponden a los perjuicios causados por los mayores valores que tuvo que pagar a un proveedor diferente a Epsa cuando compró la energía que ésta no suministró, más los costos financieros del crédito que realizó. $200 millones corresponden a las denominadas costas procesales, las cuales inicialmente eran de 100 millones de pesos pero que atendiendo el requerimiento de Electrohuila, fueron duplicadas en su favor dada la naturaleza del trámite, duración y cuantía de las pretensiones discutidas.
Este es otro pulso sectorial que gana Electrohuila en el plano jurídico si se tiene en cuenta que hace dos años un Tribunal de Arbitramento dictó sentencia a su favor en un litigio promovido por Interconexión Eléctrica S.A. – ISA y que exoneró a la compañía huilense de cancelarle alrededor de 50.000 millones de pesos por concepto de un contrato de conexión en la Subestación Betania.