El médico cirujano de la Universidad Nacional y destacado dirigente cívico Roberto Liévano Perdomo, cumple 40 años al frente de la Presidencia de la Cruz Roja del Huila, entidad que fundó y hoy es ejemplo nacional de trabajo en equipo y solidario en favor de la ciudadanía. Una vista al pasado reciente, con el corazón puesto en el presente y su futuro en una organización creada para servir. El médico cirujano de la Universidad Nacional y destacado dirigente cívico Roberto Liévano Perdomo, cumple 40 años al frente de la Presidencia de la Cruz Roja del Huila, entidad que fundó y hoy es ejemplo nacional de trabajo en equipo y solidario en favor de la ciudadanía. Una vista al pasado reciente, con el corazón puesto en el presente y su futuro en una organización creada para servir. Heber Zabaleta Parra LA NACION, Neiva “El doctor Roberto Liévano Perdomo no necesita mayor ponderación, pues su trayectoria de hombre de bien, de hombre público, de ciudadano ejemplar, de inmejorable padre de familia y sobre todo como voluntario de la Cruz Roja, lo precede a donde quiera que vaya y constituyen su carta de presentación. Sin embargo, nunca alcanzarán las palabras para reconocer todo lo que este hombre grande en su sencillez, noble en su grandeza y enamorado sin remedio de su tierra natal, ha hecho por la Cruz Roja Colombiana y por la Cruz Roja Colombiana Seccional Huila”, Así, con estas palabras, Fernando Cárdenas Guerrero, presidente de la Cruz Roja Nacional, describe y exalta al médico Roberto Liévano Perdomo, quien acaba de cumplir 40 años al frente de la Cruz Roja del Huila, dejando una huella imborrable de trabajo y entrega en favor de la ciudadanía no sólo en el departamento sino en todo el país. Por ello, esta semana los miembros de la seccional de la Cruz Roja le rindieron un homenaje especial a este dirigente huilense con la inauguración de un busto en reconocimiento a su trayectoria cívica, política, empresarial, cultural y gremial en los sectores públicos y privados, siempre en servicio de sus semejantes y del Huila. LA NACION, que condecoró al médico Roberto Liévano con la medalla ‘La Vorágine’, distinción impuesta por el presidente de su Consejo Editorial Jesús Oviedo Pérez, lo entrevistó y conoció de cerca la labor y su pensamiento social. ¿Qué significan para usted 40 años de la Cruz Roja en el Huila? Es el cumplimiento de una etapa feliz de mi vida. Porque siempre miré a la Cruz Roja como el emblema protector de la comunidad a través de sus principios filosóficos y que es rectora de todas las atenciones que se puedan hacer en desastres en cualquier parte del mundo. Estos 40 años corrieron muy rápido y esto no me cansa, por el contrario me entusiasma, le dedico todo el día y el tiempo necesario. Me llena de anhelo para seguir sirviendo. ¿Quiénes lo acompañaron en la fundación? La fundación la hicimos junto al doctor Rafael Azuero Manchola, Jaime Trujillo Bustos, Orlando Gómez Ramírez, Gloria Mesa de Vargas, Elcira Olaya de Cleves, junta que integramos y nombramos como primer secretario al joven abogado Carlos Narváez Trujillo. El motivo fundamental para esa creación Todos nos unimos con un motivo especial de servirle al departamento del Huila, toda vez que se nos venían presentando desastres y no había una institución que realmente tomara el orden para atenderlos. Recordemos que por ley, en ese entonces la Cruz Roja y hasta hace unos pocos años, tenía la facultad y obligación de atender los desastres. Pero vino la creación de los comités regionales de emergencias y la Cruz Roja se convirtió en miembro de la junta directiva y fue relevada de los compromisos que tenía hasta ese momento. Me pareció que eso estuvo bien, porque los desastres que sufren la comunidad, es el Estado que debe atenderlos en primer orden. Nosotros mantenemos nuestra presencia en ese comité regional y asistimos a los desastres cuando esa institución nos llama a colaborarle. El momento más memorable de la acción solidaria, de apoyo, de ayuda de la Cruz Roja en estos 40 años en el Huila y que usted tiene marcado en el corazón y la mente. Esa es una de las grandes virtudes que adquiere uno en la Cruz Roja. Para nosotros todos los momentos son importantes, destacados, y por lo tanto no tenemos categorías. Claro, que hay hechos que marcan como Armero. Yo estaba en la junta directiva nacional y de inmediato acudimos a socorrer a los sobrevivientes. Otro, la tragedia del Páez. Pero con igual entrega atendemos el drama de una persona a quien se le ha derrumbado la casa por el invierno. A pesar de esta sociedad de consumo y relativizada, donde algunas personas no dan importancia a estas acciones solidarias, ¿siguen vigentes hoy los postulados de la Cruz Roja? Sí y con mucha fortaleza. Los principios los llevamos todos en el interior y a veces cuando por fenómenos personales la comunidad determina que sino hay interés en algo no vale la pena, cuando ese algo le toca a esa persona, entonces se da cuenta que es grandioso el principio fundamental de humanidad, imparcialidad y neutralidad, de carácter voluntario y de unidad institucional. Cada día es más relevante la posición de la Cruz Roja porque el mundo está enloquecido de todas las actitudes que asumimos. Observamos como algunas personas están convencidas de que más que con diálogo, es con hechos violentos que pretenden solucionar las cosas. ¿Cuál es el presente de la Cruz Roja del Huila? ¿Cuenta con el apoyo, la solidaridad de las entidades públicas y privadas para cumplir con esa misión? Bueno, este es un segundo nivel. Por leyes que aprobó el Congreso, esos auxilios que se estaban recibiendo, fueron suspendidos. Anteriormente, por generosidad de los gobernantes, diputados, congresistas, concejales, recibíamos aportes que eran importantes. En ese trayecto nosotros empezamos a darnos cuenta de que teníamos que producir con la venta de los servicios de nuestro portafolio y hoy podemos decir con mucha satisfacción que esta Cruz Roja del Huila únicamente ha recibido de la sede nacional en dinero la suma de un millón y medio de pesos que nos costó comprarle a la Electrificadora del Huila la zona donde tenemos el centro de entrenamiento y salvamento acuático. Todo lo demás es producto del trabajo en equipo de la regional. Claro, yo reconozco en la gente de Neiva, en la comunidad del Huila, que nos apoya, nos respalda, y es el momento para decirles gracias a todos por su generosidad. ¿Cómo avanza la renovación de la Cruz Roja, hay nuevos nombres que se suman a esta iniciativa que usted lidera? En estos 40 años han sido muchos los miembros de la junta directiva que nos han acompañado, al igual que voluntarios, quienes están, ayudan y luego se retiran cuando creen que han cumplido con la misión. Algunos vuelven, otros no, pero a todos los estoy esperando para seguir con la tarea, ya que tenemos grandes programas por cumplir. ¿Quiénes son esas personas que van a continuar la labor que usted lidera hoy? Tenemos una junta extraordinaria, empezando por el primer vicepresidente, Marco Fidel Pinzón Azuero; la segunda vicepresidenta, Angela María Sánchez Ossa, quien desde los 9 años está en la Cruz Roja. También tenemos al compositor Héctor Álvarez Álvarez, médico Eustorgio Gutiérrez Quintana, doctor Jairo Sandoval Sánchez, médico Pedro Pablo Tijacá Ruiz, abogada María de Jesús de Uribe. Los voluntarios, los funcionarios, tenemos un equipo fuerte, porque pensamos en nuestros principios, antes que pensar en nosotros mismos. Qui
ero destacar a José Manuel Tamayo García de Socorrismo, Jhonathan Castro Figueroa de Juventudes y Clemencia Blanco de las Damas Grises. A propósito de los 40 años de la Cruz Roja, fue desvelado un busto en su honor, ¿qué significado tiene para usted este homenaje en vida? Todo eso lo hicieron a escondidas. En un momento de una reunión de junta directiva que salí a buscar unos papeles, aprobaron este reconocimiento y me enteré cuando el orfebre vino a buscar una fotografía para su trabajo. Ha sido algo grandioso, una emoción intensa, porque encontrarse con uno mismo en vida, es algo significativo. Lo aprecio, sin sentirme vanidoso con esas cosas, pues en la Cruz Roja se nos acaba la vanidad, porque tenemos tantas consultas de miseria, tanta ayuda que entregamos, y nos queda faltando la manera de entregar más si podemos. ¿Qué decirle a la juventud de hoy sobre la Cruz Roja, cuando pareciera estar interesada en otros temas y se alejan de este tipo de actividades? ¿Cómo llamarlos? Están entrando los niños. Tenemos unas agrupaciones en los colegios, porque es ahí donde debemos formarlos, pues uno ya viejo sale resabiado y no es lo mismo. Tenemos un equipo de niños que con pasión asiste aquí a las reuniones y buscan la manera de tener un oficio especial, sentirse satisfechos y contarles a sus padres. Ese grupo de niños es permanente. Usted es uno de los impulsores del folclor, del sanjuanero y fundador de las fiestas y Reinado Nacional del Bambuco. ¿Qué evaluación hace usted hoy de esta celebración? Ese es un cuento muy alegre. Realmente se está cumpliendo con el objetivo que nosotros quisimos hacer y proyectamos cuando fundamos el Reinado del Bambuco y nos propusimos a que se vendiera la imagen del Huila a través de la música y su folclor, que existiera más desarrollo en las empresas, en los campos, en la cultura y lo hemos conseguido. Ahí están las industrias, las empresas, los comercios, a cultivar tierra, la gente que hace grande al Huila. Usted me ha tocado otra gran satisfacción que tengo en mi vida que es ser fundador de estas fiestas. ¿Hacia donde se proyecta la Cruz Roja del Huila? Creo que la Cruz Roja en el mundo cada día es más fuerte y se observa en el papel que está jugando en diferentes lugares, porque es la institución respetable que evita meterse en lo que no le importa, que es lo común de la gente. Aquí nos metemos en lo que nos importa para servir, no para comentar en el café. Destacadas “Todos nos unimos con un motivo especial de servirle al departamento del Huila, toda vez que se nos venían presentando desastres y no había una institución que realmente tomara el orden para atenderlos” “Estos 40 años corrieron muy rápido y esto no me cansa, por el contrario me entusiasma, le dedico todo el día y el tiempo necesario. Me llena de anhelo para seguir sirviendo”. ‘Cada día es más relevante la posición de la Cruz Roja porque el mundo está enloquecido de todas las actitudes que asumimos’