Las protestas de los habitantes en la vereda El Venado de Neiva, reclamando puestos de trabajo, generaron bloqueos en el ingreso a la planta de abastecimiento de combustibles de Terpel. Este bloqueo podría poner en riesgo el suministro de gasolina en los municipios del sur del Huila y en los departamentos vecinos como Caquetá y Putumayo, advirtió Luz Mila Moyano, directora ejecutiva de Combussur. Durante las protestas, en la tarde de ayer, los manifestantes se enfrentaron a la Policía.
Hernán Galindo
En disturbios entre la Unidad de Diálogo, UNDMO, de la Policía Metropolitana y los habitantes de la vereda El Venado, ubicada en la vía que de Neiva conduce al municipio de Tello, terminó la protesta de ayer en el sector de ingreso a la planta en la que se surten de combustible los carrotanques que llevan la gasolina a los diferentes municipios del Huila y departamentos vecinos.
Los disturbios se registraron en la tarde de ayer, en momentos en los que la Policía Metropolitana, llegó para habilitar el ingreso a la planta de abastecimiento de combustibles de Terpel ubicada en la zona.
Los manifestantes argumentaron que reclaman ante la multinacional el cumplimiento de acuerdos anteriores en los que se comprometía a proveer de puestos de trabajo a los habitantes de la Vereda, en la que está ubicada la planta.
Voceros de la comunidad le dijeron a LA NACIÓN que en esta oportunidad la discordia surgió por la no renovación del contrato a un joven de la zona que laboraba como celador en la entrada a la planta.
“Siempre se burlan de nosotros, esto es desde hace 25 años, no cumplen con los puestos de trabajo y cuando nos los dan, no los renuevan, por eso no nos queda otro recurso que protestar”, dijo otro de los voceros.
Santiago, un joven de la comunidad de El Venado, hizo un llamado al alcalde German Casagua y al secretario de Gobierno para que hagan presencia y medien ante la multinacional Terpel para que se renueven y respeten los acuerdos.
“Soy de la comunidad del Venado y este llamado lo hago, porque esto no es de ahora. Nosotros somos jóvenes, pero desde hace muchos años, nuestros padres vienen reclamando por inversión social de la multinacional, que no hace otra cosa que llevarse nuestros recursos y no revierte en beneficio de la comunidad”, dijo.
Riesgo de desabastecimiento
Al margen de las razones de la protesta y los argumentos de la comunidad, está un problema que podría ser mayor, como es el desabastecimiento de combustibles en los municipios del Huila y los departamentos del Caquetá y Putumayo.
Así lo advirtió en diálogo con LA NACIÓN, la directora ejecutiva de la Corporacion de Empresarios de Combustibles del Sur, Combussur, Luz Mila Moyano.
“Tienen bloqueada la entrada a la planta conjunta de Terpel que carga a las mayoristas de Terpel, Primax, Biomax y Plus y como desde hace dos días no han podido sacar combustible, desde el fin de semana se agotó el combustible en algunas estaciones de servicio en el departamento del Huila”.
Moyano agregó que conocen que en el momento ya hay estaciones que están sin producto y agregó que además desde acá del Huila se envía combustible al Caquetá y el Putumayo. “En el momento, Caquetá tiene su planta propia y nos está apoyando para algunos municipios en el sur del departamento del Huila; estamos a la expectativa sobre lo que realmente vaya a suceder”, indicó.
Otra solución que conoció es que algunos vehículos se han ido a abastecer en la planta de Gualanday, en el Tolima, lo que va a incrementar el costo de los combustibles.
“Uno de los grandes conflictos que nos genera esta situación es, precisamente, que con las soluciones que toman los transportadores, se van a incrementar los costos del combustible, lo que nos va a generar a nosotros inconvenientes con la Superintendencia de Industria y Comercio”, expresó Moyano.
Finalmente con la intervención que hubo ayee por parte de las autoridades y la Policía Nacional, se espera que en las primeras horas de hoy miércoles, retorne la normalidad a la planta y puedan ingresar los carrotanques a cargar, ya que la planta anoche permanecía cerrada, concluyó la directora ejecutiva de Combussur.
La otra protesta ayer en Neiva
Los taxistas en Neiva, al igual que en otras ciudades de Colombia, protestaron para exigir el cumplimiento de acuerdos previos sobre medidas para combatir el transporte público ilegal.
Alirio Parra, líder de los taxistas en Neiva, explicó que la movilización apoyaba el paro nacional indefinido del gremio, que está descontento con el Gobierno Nacional por no tomar medidas contra la ilegalidad.
En Neiva, el problema específico es el servicio de mototaxis ilegal, que ha crecido descontroladamente, sostuvo Parra, y al tiempo, mencionó que, aunque han recibido apoyo de la administración local para combatir el transporte ilegal a través de plataformas, la competencia es desleal: hay 2.196 taxis registrados en Neiva frente al desbordado número de motos ilegales.
Óscar Tapia, otro líder de la protesta, comentó que en Neiva se está colaborando para combatir el transporte público individual servido por plataformas.
Tapia mencionó que frente al mototaxismo, están trabajando con la administración y el transporte público formal en mesas de trabajo, reconociendo que es una problemática social difícil de erradicar. “La solución pasa por ofrecer algún tipo de trabajo a las personas que actualmente se dedican a este servicio ilegal”, añadió.
La secretaria de Movilidad, Edna Johana Cruz Bonilla, quien también estuvo involucrada en el tema, indicó que están trabajando para dar cumplimiento a la amonestación que les impuso la Superintendencia de Transporte, inicialmente a manera de amonestación, pero que se puede convertir en económica, que los conmina a cumplir con los operativos y controles al transporte ilegal en la ciudad.