El presidente Gustavo Petro intervino ayer en la Conferencia de Seguridad de Múnich por la justicia social como salida a los conflictos y aseguró que ese es el camino tomado por Colombia, un país atravesado por la guerra pero que no deja de apostar por la paz.
“En un mundo que habla de guerra, Colombia está hablando de paz y no es la primera vez”, aseguró Petro, el único mandatario suramericano en esta conferencia de alto nivel.
El mandatario colombiano explicó que Colombia lleva 75 años atravesada por el conflicto armado: “No hay nación en el mundo que se pueda sostener, construir, matándose a sí misma durante 75 años”, añadió, y dijo que las razones yacen en que es uno de los países más desiguales socialmente del mundo y heredó un “régimen oprobioso” que era la esclavitud y que dejó “estructuras antidemocráticas en la economía, en la mentalidad y en la sociedad”.
“Si usted quiere saber qué pienso yo de cómo reconciliarnos y cómo proyectar esa idea incluso a escala planetaria tendría que decir que hay que construir justicia social”, subrayó Petro.
Petro acabó su intervención haciendo un llamado a escuchar la voz democrática global, una vez más sin decirlo de forma explícita, pero refiriéndose a las numerosas votaciones de la Asamblea General de la ONU a favor de un cese al fuego en Gaza y a una solución pacífica al conflicto.