El afamado periodista Daniel Coronell habla con LA NACIÓN y opina sobre el manejo que el Gobierno Nacional le ha dado a la pandemia. “La vida de cientos de miles de personas depende del hecho de no saturar los servicios hospitalarios”, advierte.
Jesús Antonio Rojas Serrano
Impactó a miles de personas con “Sin un abrazo”, la columna sobre Carlos Fabián Nieto, el primer médico que murió por coronavirus en Colombia, ¿Cómo la hizo?
Hablé con el padre, la madre y con la esposa del médico Nieto y me parecía que era una historia ejemplar desde muchos puntos de vista. Primero, el Dr. Nieto era una persona de 33 años, no tenía una condición previa de enfermedades pulmonares que lo pusiera en un grupo de riesgo adicional y sin embargo, murió por coronavirus. Segundo, la terrible realidad de los médicos, especialmente de los internos y residentes, que tienen que poner el pecho en esta primera línea de combate al coronavirus. Es evidente que en los últimos años las reformas al sistema de la salud han derivado en un empobrecimiento de los médicos y en un debilitamiento tanto de sus esquemas de formación como de protección. Y tercero, resaltar el drama de cientos de familias en Colombia y miles en el mundo que están despidiendo a sus seres queridos por este coronavirus que no permite darse un abrazo, entregarle una rosa, una flor, como último homenaje, poner una piedra sobre su tumba en otras creencias, y poco verlos siquiera porque se exponen tanto al contagio que bajan de la carroza fúnebre al crematorio, sin ningún tipo de ceremonia que envuelva esto, algo supremamente duro para las familias que multiplica el dolor e impide hacer el duelo de manera completa. Todos esos elementos hacen parte de la historia del Dr. Nieto y quería verlo reflejado en esa columna que finalmente salió publicada el domingo pasado.
Al final de la columna usted advierte: “Los niños están bien de salud, a pesar del test positivo del menor. Crecerán sabiendo que el Dr. Nieto fue un héroe. Pero ellos no necesitaban un héroe, solamente un papá”, ¿Qué quiso decir?
Siento que justamente se reconoce la labor heroica de estos profesionales, pero sus familias no necesitan medallas ni necesitan aplausos, necesitaban un papá que creciera al lado de esos niños y que pudiera asegurarles su futuro, desafortunadamente, su papá se fue para siempre.
¿Imaginó por algún momento el impacto que tendría la columna?
Nunca me imaginé. Apenas hace una semana larga empezamos un nuevo proyecto para publicar unas columnas que se quedaron sin techo, la columna de Daniel Samper Ospina, generadora de opinión política, de sátira y humor, y la columna mía que hace opinión e investigación. Nos quedamos sin un lugar donde publicarlas y armamos losdanieles.com para darlas a conocer y nunca me imaginé que fueran millones de personas y que esto tocara una fibra grande en el corazón de los colombianos. Lo que espero es que esto trascienda un poco más. Así como asistimos con pesar a la muerte del Dr. Carlos Fabián Nieto, sepamos que hay muchas personas más que están en riesgo y lo sepamos para muchas cosas. Primero, tener todas las precauciones para portarnos de la manera más consciente frente a nuestra propia salud y a la salud de quienes nos rodean, cuidándonos en cada minuto de esta terrible enfermedad. Segundo, saber que los médicos necesitan más que aplausos, más que medallas. Y tercero, saber que en este momento más que nunca debemos acompañar a nuestros seres queridos. Cuando tengamos la posibilidad de abrazarlos, hacerlo.
¿Cómo ha visto la reacción del Gobierno colombiano frente a esta pandemia?
He visto al Gobierno Nacional un poco lento en la etapa de la prevención. Creo que es necesario que tome los ejemplos que se ven a lo largo y ancho de esta historia de unos meses en el mundo y saber cuáles son las medidas que han funcionado y adoptarlas con rapidez. En estos momentos es crucial aumentar el número de pruebas y poder saber la velocidad del contagio, retener las personas que están contagiadas en un solo punto y preservar la capacidad de gestión de los servicios de urgencias. La vida de cientos de miles de personas depende del hecho de no saturar los servicios hospitalarios en Colombia y yo confío en que el Gobierno sea capaz de hacerlo. En general, he visto mejor a Gobiernos locales que al Gobierno Nacional.
Usted reside en Estados Unidos, en Florida, ¿Cómo están las cosas allá?
Están muy mal. Este es un país muy grande y muy federalizado. Es difícil hacer un retrato general del país. California fue el primer Estado que se declaró en cuarentena. No era fácil. California es el Estado más grande y más rico de Estados Unidos. La economía californiana es por sí sola es una de las ocho principales economías del mundo. Sin embargo, el Gobernador ordenó el cierre y ha protegido hasta donde ha podido las condiciones económicas de los más débiles, hay reparto de alimentos permanentemente. Pero, en otras partes no ha pasado lo mismo. Aquí en Florida, el Gobernador se demoró en tomar medidas de aislamiento y además, se está apresurando en levantar las restricciones. El viernes dijo, por ejemplo, que las playas de Jacksonville se podían usar. Ese tipo de decisiones probablemente va a costar vidas. Es una crisis compleja. Al mismo tiempo que se trata de proteger un tema de salud pública, se trata de amparar los procesos económicos porque si no eso también va a derivar en hambruna y en muertes.
¿Cuáles es su mensaje para todos los huilenses?
Cuídense mucho, manténgase sanos, cuiden a sus seres queridos, cuiden a las personas más vulnerables. De esto salimos juntos. Las consecuencias económicas van a ser muy grandes, muchas personas van a perder sus trabajos, muchas empresas probablemente no van a superar esta prueba, pero lo más importante es preservar la vida. Después volveremos a reconstruir todos juntos. Necesitamos estar juntos y apelar a la solidaridad. Huila siempre ha tenido una actitud ejemplar frente al resto de Colombia.
