Gibraltar debe retirar los bloques de hormigón que impiden faenar a los pescadores españoles antes de que Madrid se siente a dialogar con Londres sobre el enclave, afirmó este martes el canciller español, para quien dicho arrecife artificial vulnera la normativa medioambiental europea.
"España está dispuesta a reanudar el diálogo. Estamos dispuestos a aceptar la creación de foros ad hoc en los que puedan participar otras autoridades, como el gobierno de Gibraltar y el gobierno regional de Andalucía", aseguró el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, en un artículo publicado este martes por el Wall Street Journal.
Pero "primero es necesario que el Reino Unido muestre su disposición a enmendar el daño causado, en particular retirando los bloques de hormigón" que forman el arrecife, agregó.
Gibraltar, que no tiene flota pesquera comercial, emprendió de forma unilateral el 24 de julio la construcción en las disputadas aguas entre el enclave y España de un arrecife artificial formado por 70 bloques de hormigón con el propósito oficial de regenerar la fauna marina.
Los pescadores españoles denuncian que se ha destruido uno de sus mejores caladeros y piden la retirada de los bloques. El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, ya trasmitió esta exigencia a principios de mes a su homólogo británico David Cameron, recordó el canciller.
Pero el ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, aseguró recientemente que "el infierno se congelará antes de que el gobierno de Gibraltar mueva cualquiera de esos bloques".
Para García-Margallo, este arrecife, que inflige importantes pérdidas económicas a los pescadores de una región duramente golpeada por la crisis, constituye además "una violación de las reglas más básicas de la conservación medioambiental".
Según el ministerio español de Agricultura, Madrid presentó el 31 de julio una denuncia ante la Comisión Europea por "vertido incontrolado de bloques de hormigón" cerca de un lugar que España declaró Zona Especial de Conservación en noviembre por su valor medioambiental.
La Comisión Europea anunció este martes que examinará dicha denuncia para determinar si procede abrir una investigación, en cuyo caso podría desembocar en un procedimiento de infracción contra Londres.
"Cuando las autoridades de un Estado miembro nos presentan una denuncia formal, debemos abrir un procedimiento específico que podría, si podemos confirmar los hechos y no nos convenciesen las respuestas de las autoridades de Gibraltar y el Reino Unido, conducir a un procedimiento de infracción", declaró a los periodistas en Bruselas el portavoz de la Comisión Olivier Bailly.
Por su parte, la ONG española Ecologistas en Acción criticó que Madrid "use argumentos ambientales para justificar el nuevo conflicto con Gibraltar", recordando que también España ha construido este tipo de arrecifes artificiales en otras zonas del litoral andaluz para regenerar el fondo marino.
"Hay algunos para evitar que se arrase determinadas poblaciones de peces y evitar que haya una práctica masiva de pesca de arrastre", reconoció una fuente del ministerio de Agricultura. Pero "se intentó evitar que estuvieran muy cerca de la costa para que los barcos no dañen la quilla y fue con la intención de preservar las especies marítimas", precisó.
España, que cedió Gibraltar a Gran Bretaña al término de una contienda militar en 1713, reclama desde hace décadas este territorio de 7 km2 y 30.000 habitantes y afirma que las aguas que lo rodean son de su soberanía por no estar incluidas en el tratado de cesión.
Gibraltar debe retirar los bloques de hormigón que impiden faenar a los pescadores españoles antes de que Madrid se siente a dialogar con Londres sobre el enclave, afirmó este martes el canciller español, para quien dicho arrecife artificial vulnera la normativa medioambiental europea.