En entrevista con LA NACIÓN, el presidente Juan Diego Amaya Palencia anuncia que su mayor apuesta es descentralizar el Concejo de Neiva, resalta que debe haber cargos de planta. Habla del alcalde German Casagua. Además, revela cuál será su camino político.
El presidente del Concejo de Neiva para la vigencia 2024, Juan Diego Amaya Palencia comienza a entregar balances y trazar metas prioritarias para lo que resta de su periodo como el principal vocero y representante de la Corporación. En esta entrevista con LA NACIÓN, asegura que las finanzas e inseguridad, son los principales retos del alcalde German Casagua.
Presidente, ¿cuáles son sus objetivos para el Concejo con la descentralización?
El Concejo de Neiva, a pesar de ser una institución sumamente importante, -utilizaré un término castizo-, no se ha ‘destetado’. Depende en gran medida para sus procesos administrativos y misionales de la Administración Municipal, y es irónico porque en teoría el Concejo ejerce control político a los altos funcionarios de la Alcaldía. Por ejemplo, para cuestiones relacionadas con el mantenimiento de las instalaciones tengo que acudir al Secretario General, alguien que es sujeto de control, ya que no tenemos el control de las instalaciones.
¿Hay otros concejos que ya se han ‘destetado’?
Hay muchos concejos, sobre todo de ciudades capitales, que están descentralizados y pueden, por ejemplo, tomar decisiones con respecto a cuánto se le paga a su secretaria general; esa es otra discusión.
Al descentralizarse, ¿los recursos que están percibiendo los pueden distribuir como ustedes quieran?
Claro, podemos invertir en nuestras instalaciones. Si la comunidad nos hace un comodato -esto es del municipio, no del Concejo-, podemos invertir en temas como el sonido, decidir cuánto creemos nosotros los corporados que se le debe pagar a la secretaria general, y tomar otras decisiones de manera autónoma; por ejemplo, estamos viendo la posibilidad de pagarles la seguridad social a los concejales.
¿Cuánta plata percibirán en el 2025, los afecta la descategorización?
No afecta el ingreso porque la Ley 617 establece que los concejos de categoría especial, primera y segunda, tienen un presupuesto del 1,5% de los ingresos corrientes de libre destinación del municipio. Con los honorarios de los concejales serán alrededor de $5.400 millones de pesos, es decir, quedarían aproximadamente $2.800 millones para el mantenimiento y el ejercicio misional del Concejo en 2025.
Un problema significativo de la falta de descentralización, es que no tiene funcionarios de planta, acá tenemos un funcionario de planta pero que se escoge por periodo, es decir, la secretaria general. Pero no hay memoria histórica, nadie te dice cómo van los procesos de contratación, cómo está la contabilidad, nadie te da información cuando tú llegas de presidente, sobre todo con el cambio de gobiernos cada cuatro años; a mí me dieron las llaves y yo tuve que empezar a abrir cajas, prácticamente para ver cuáles eran los procesos y procedimientos de la Corporación, mientras se hacía el empalme con el presidente anterior.
Usted plantea puestos de planta, ¿cómo será eso?
Eso depende de un estudio de carga, hay un procedimiento definido por la gestión pública y se toman en cuenta dos variables: los procesos y procedimientos misionales y administrativos, y los recursos con los que se cuenta. Queremos plantear un equipo mínimo que sirva de memoria histórica, que los concejales y presidentes pasen, pero la institución prevalezca. Inicialmente, estarían unas personas en provisionalidad, pero una vez se cree el cargo, si lo aprueba la plenaria como la máxima autoridad, se envía oficio a la Comisión Nacional de Servicio Civil para que en la mayor brevedad se inicie un concurso y esos cargos los ocupen las personas idóneas.
Presidente, ¿ahora háblenos de cómo califica la gestión de Casagua?
Tiene dos grandes retos, en este momento, el alcalde German Casagua. El primero es recuperar las finanzas del municipio; la administración pública se hace con recursos públicos y, aunque ya suena a ‘cajón’ y excusa, la verdad es que la situación financiera del municipio es crítica: todos sabemos por qué. No hay recursos para inversión, casi todo se queda en funcionamiento, debido a que tenemos una muy grande carga burocrática y, adicionalmente, la otra parte se va en pago de unos compromisos de prestaciones de servicios que no fueron asumidos por la administración anterior.
El segundo reto es la seguridad, apreciada desde dos puntos de vista: delincuencia común en la zona urbana y las bandas criminales de las disidencias de las Farc, que ya no tienen ningún tipo de ideología, sino que son bandas dedicadas al narcotráfico, a la extorsión. A mí personalmente me preocupa mucho lo que está ocurriendo, rememora mis años de infancia y adolescencia donde Neiva era una ciudad en guerra, tomas, extorsiones, petardos y secuestros.
Finalmente, ¿usted cuándo comenzará su campaña por la Alcaldía de Neiva?
Todavía no estoy pensando en eso, tengo que terminar la presidencia. Hay unos asuntos pendientes que debo finiquitar aquí, como sacar adelante el proyecto de regulación de cabalgatas, que es de mi autoría. Tengo agendados dos debates de control político. Hay que terminar de organizar el Concejo de Neiva. Tengo un primer fallo en contra que ya apelamos en el Consejo de Estado. Yo ya tomé la decisión de que no vuelvo al Concejo, este va a ser mi último periodo en el Concejo, no porque no quiera la corporación, o porque no reconozca la importancia de la misma, sino porque ya terminó mi ciclo y el otro año tomaremos una decisión con respecto al futuro político.
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