Privados de la libertad se encuentran en la actualidad cerca de ciento diez jóvenes infractos de todo el departamento del Huila, quienes encontraron en medio de su encierro una nueva oportunidad para refrendar sus errores y formarse como seres íntegros para enfrentase nuevamente a la vida.
Para Roberto Tierradentro Céspedes, coordinador del área ocupacional y cultural, en las instalaciones de Hogares Claret, cada día es una oportunidad para crecer, aprender y contribuir en el desarrollo de su proceso de resocialización, por lo que sus jornadas se adaptan al modelo de los tres pilares fundamentales que rigen esta institución.
“Nosotros manejamos jóvenes de Neiva y también de los municipios del departamento del Huila, más o menos en este momento tenemos una promedio de 110 muchachos, que están por diferentes infracciones a nivel del Código del Menor”, señaló el funcionario.
Los pilares
Para la fundación el modelo de intervención se basa en tres pilares básicos que van enfocados en la comunidad terapéutica, un espacio microsocial de convivencia, que ofrece los elementos reeducativos necesarios para que el adicto en interacción con el grupo, construya y lleve a la práctica su proyecto de vida, teniendo en cuenta que él es agente y protagonista de su propio cambio.
Estos tres grandes elementos se manifiestan a lo largo de todos los programas por medio de la ‘Meditación Trascendental’ que es considerada por Hogares Claret un componente original en su modelo terapéutico, el cual se comenzó a implementar desde hace veinte años en algunos programas, buscando no sólo disminuir el estrés individual y colectivo sino también incorporar la herramienta idónea para poblaciones con problemas de altos niveles de tensión.
“Se han obtenido algunos resultados parciales, con ciertos altibajos que poco a poco se han ido sorteando, como la aceptación por parte de los Equipos Terapéuticos para incluirla dentro del diario vivir, dos veces al día, con la adaptación de espacios para meditar en cada hogar, ofreciendo la herramienta en forma profesional con instructores calificados”, señaló el funcionario.
El segundo pilar es la Pedagogía Scout la cual propicia el desarrollo de la educación integral y no formal, posibilitando el aprendizaje a través de las experiencias con la naturaleza, en interacción respetuosa con ella y con los semejantes.
“Para los adolescentes, centro de nuestra intervención, es bien sabido que lo lúdico, recreativo, deportivo, es una metodología adecuada que convoca al cambio de comportamientos y actitudes, interiorización de la norma y de la ley, fortalecimiento de habilidades sociales y cualificación de las relaciones interpersonales”, manifestó Tierradentro.
Finalmente el último pilar y uno de los más importantes es la Espiritualidad, ya que la fundación fue creada por los misioneros Claretianos, mirando siempre lo más urgente, oportuno y eficaz.
“En Hogares Claret, vemos a la persona humana como ser autónomo, profundo y complejo que, conociendo sus limitaciones, dependencias e implicaciones socioambientales, se desarrolla solidariamente, sintiéndose partícipe de su entorno, de la sociedad de la que surge y con la que convive, teniendo en mente ese ser humano ideal, la fundación Hogares Claret, impulsa actitudes de solidaridad, de compartir con los demás; acentúa la libertad de la persona, basada en la propia realidad y en la honestidad consigo misma; cultiva una espiritualidad que atienda tanto a lo que es cada uno, como a lo que quiere ser, ayudando así a madurar a la persona para que pueda poner los cimientos de su propio crecimiento”, manifestó el Coordinador Ocupacional.
Formación espiritual
Gracias al convenio entre la fundación, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y el Sena, los internos, quienes no sobrepasan los veinte años de edad, pueden realizar cursos complementarios con el fin de hallar su vocación y ejercer sus cualidades y capacidades en ciertos oficios, al igual que terminar sus estudios primarios y secundarios.
“En las jornadas de la mañana tenemos un convenio con el Bienestar Familiar y el Sena, donde les brindan a los jóvenes talleres ocupacionales complementarios, entonces vienen los instructores con el fin de inculcarles lo vocacional y darles las herramientas para que descubran sus talentos y capacidades”, explicó el Coordinador Ocupacional.
La jornada dentro la fundación se divide en dos, en la mañana los jóvenes participan de varios encuentros de expresión y meditación, al igual que en cursos complementarios de formación brindados por el Sena, con el fin explorar y guiar su vocación.
El día para estos jóvenes se inicia con un tiempo de meditación, donde hombres y mujeres liberan sus tensiones, bajan sus niveles de agresividad y ansiedad que en su mayoría son provocadas por la privacidad de la libertad, además participan cada mañana en un encuentro de expresión, sentimientos, donde guiados por psicólogos y especialistas liberan todas esas emociones que han tenido reprimidas, lo que les permite una mejor convivencia.
Orientación vocacional
Actualmente los jóvenes internos de la fundación cuentan con cuatro talleres complementarios entre ellos mecánica de motos, ebanistería o carpintería, panadería y pastelería, al igual que informática, los cuales son dictados por instructores del Sena.
“Esos talleres se realizan en los horarios de la mañana, para garantizar que en esa jornada sea la parte vocacional y en la tarde sea la parte educativa, además de esos manejamos otros talleres en la parte de orientación vocacional, salud ocupacional, liderazgo y resolución de conflictos”, manifestó el funcionario.
En lo corrido del año han sido cerca de 30 cursos complementarios con una duración de 40 a 60 horas, los que Hogares Claret junto a otras entidades les han brindados a estos jóvenes con el firme propósito de resocializarlos brindándoles las herramientas básicas para un mejor camino.
“Lo que nosotros hacemos es un proceso para poder brindarle a los muchachos nuevas expectativas de vida, ayudarles a cambiar su pensamiento, además de eso darles la oportunidad a nivel de capacitación, tanto en la parte de validación escolar, capacitación vocacional y talleres a nivel psicosocial para replantear unas facultades que manejan en su comportamiento, ya que traen antecedentes por delitos”, explicó Roberto.
Formación bachiller
En la jornada de la tarde los jóvenes internos asisten a clases como cualquier otro adolescente, donde docentes del colegio Santa Librada les imparten asignaturas, por medio de un convenido realizado con la Secretaría de Educación Municipal, que hace parte del programa de resocialización.
“Nosotros tenemos un convenio con la Secretaría de Educación Municipal, donde tenemos un vínculo con el colegio Santa Librada, ellos nos avalan para que los muchachos sean certificados académicamente dentro de la institución, vienen unos docentes en la jornada de la tarde, donde empiezan a trabajar de lunes a viernes con los jóvenes todo lo de la validación por grupos con una intensidad de cuatro horas diarias, donde les fortalecen la parte humanística y valores, ya que muchos llegan desescolarizados”, señaló Roberto Tierradentro.
Cuando los jóvenes son ingresados a la fundación Hogares Claret, son registrados de manera inmediata en el sistema de Sofía Plus del Sena, con el fin de garantizarles la educación complementaria durante el tiempo que sean sancionados por la justicia.
“Les brindamos oportunidades, para que ellos vayan explorando y además puedan ir mirando qué parte a nivel ocupacional les puede gustar”, puntualizó el funcionario.
Formación integra
Además de recibir orientación vocacional a través de los diferentes cursos que les dicta el Sena y de formarse académicamente, estos jóvenes cuentan igualmente con espacios de esparcimiento cultural, donde por medio de la Secretaría de Cultura de Neiva, reciben cursos de danzas, música, teatro, manualidades y artes.
“La idea es poder aportarles todas esas herramientas que necesitan los jóvenes para ser personas íntegras, para que se puedan enfrentar nuevamente a la vida, para que puedan vivir dentro de lo posible una adolescencia con todas las áreas de formación, el hecho de poder graduarse como bachilleres, tener sus certificados del Sena y contar con espacios para la música, el baile y la integración, les permite hacer esta transición un poco menos cruda y así poder salir al mundo nuevamente y enfrentarse con valores y conocimientos”, recalcó el funcionario.
Por medio del Sena los jóvenes pueden realizar cursos de panadería y pastelería.
Durante la jornada de la tarde deben asistir a clases.
Jornadas deportivas también hacen parte del cronograma de los internos.
Los jóvenes realizan cursos de mecánica durante la jornada de la mañana.
Como parte de su resocialización los jóvenes son orientados espiritualmente.
Como parte del programa los jóvenes desarrollan sus cualidades musicales.
La jóvenes cuentan con espacios para las manualidades y artes.
La mujeres participan en los cursos de ebanistería.
Las danzas también hacen parte de la formación cultural.
Orientados por profesionales los jóvenes reciben terapias para identificar el daño que han ocasionado.
Varios de los internos participan del grupo de scouts.