Así lo decidió el Ministerio de Salud y será de uso obligatorio en los empaques y etiquetas de productos de tabaco y derivados. La medida deberá ser aplicada a partir del 21 de julio.
Desde el 21 de julio de 2021, los empaques y etiquetas de productos de tabaco y derivados que se comercializan en Colombia tendrán que incluir nuevas advertencias sanitarias. Así los dispuso el Ministerio de Salud y Protección Social, cuando publicó la nueva ronda de advertencias en cumplimiento de la Ley 1335 de 2009, que establece que la rotación de éstas se debe efectuar cada año.
Gerson Bermont, director de Promoción y Prevención de Minsalud, señaló que “la importancia de las advertencias sanitarias en el empaquetado de todos los productos derivados del tabaco radica en que son una herramienta para sensibilizar e informar los riesgos que el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco tienen para la salud, así como disminuir el atractivo que el empaquetado tiene para los niños, jóvenes y nuevos fumadores.
Añadió que “fumar daña muchos órganos del cuerpo y causa enfermedades cardíacas, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y varios tipos de cáncer entre ellos el de pulmón, garganta y riñón. En el caso de las mujeres, las fumadoras además tienen menos probabilidad de quedar embarazadas y corren mayor riesgo de aborto y probabilidad de embarazos ectópicos y que su bebé nazca prematuramente, con labio leporino, paladar hendido y peso anormal”.
Nuevas advertencias sanitarias
El consumo de tabaco causa aborto: Durante el embarazo aumenta el riesgo de generar problemas con el crecimiento adecuado de la placenta (es el órgano que alimenta al bebe), estos problemas pueden desencadenar abortos, parto prematuro o bajo peso al nacer.
El consumo de tabaco causa cáncer de riñón: El humo de tabaco contiene sustancias químicas tóxicas que pueden dañar las células alterando su ADN y causando que crezcan de forma descontrolada, causando el cáncer, además debilita el sistema inmune limitando al cuerpo a luchar contra él.
El consumo de tabaco causa disfunción eréctil: Al ser un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, produce alteración de la microvasculatura de los cuerpos cavernosos del pene, lo que da lugar a disfunción eréctil e impotencia sexual en el hombre.
El humo de tabaco afecta sus pulmones: Los niños que están expuestos al humo de segunda mano tienen mayor riesgo de presentar el síndrome de muerte súbita, infecciones respiratorias agudas, problemas de oídos (otitis) y asma severa. La exposición al humo de tabaco causa problemas y síntomas respiratorios, al disminuir el crecimiento de los pulmones en los niños.
El consumo de tabaco causa problemas dentales: la enfermedad de las encías (periodontal) es una infección que puede afectar la estructura ósea que sostiene sus dientes. En casos graves, puede hacer que los dientes se caigan.
Fumar aumenta complicaciones por COVID-19: fumar tiene mayor probabilidad de infección por COVID-19 debido al contacto mano boca, empeora las consecuencias ya que el humo de tabaco deteriora los mecanismos de defensa del aparato respiratorio y produce inflamación, así mismo, la probabilidad de progresión de la enfermedad es 14 veces mayor en personas con antecedentes de tabaquismo.
Advertencias para productos de tabaco calentado
Consumir tabaco causa adicción y muerte: Al ser uno de los principales síntomas causados por la dependencia fisiológica y psicológica de una sustancia caracterizada por cambios neuroquímicos, los cuales se ven reflejados en cambios de humor y conductas compulsivas y repetitivas.
El consumo de tabaco tiene impactos ambientales: Las colillas de cigarrillo pueden durar hasta 12 meses en degradarse en agua dulce y hasta 5 años en agua salada. Las aves y los animales acuáticos pueden confundirlas con alimentos. En tan solo una hora de contacto productos tóxicos como el plomo y cadmio que se encuentran atrapados en la colilla, pueden filtrarse hace el agua amenazando el bienestar de la vida marina.
Consumir tabaco causa problemas cardiacos: Al alterar la química de la sangre y adicionalmente dañar los vasos sanguíneos. Después de fumar, todas las líneas celulares del cuerpo reaccionan a los productos tóxicos del tabaco, la frecuencia cardiaca y la presión arterial se aumentan y los vasos sanguíneos se endurecen y estrechan. Estos cambios químicos hacen que la sangre se vuelva más densa y que exista una acumulación peligrosa de placas o coágulos dentro de las arterias que pueden obstruir el flujo sanguíneo y ser mortales, si se bloquea la llegada de sangre al corazón, cerebro o piernas.