A propósito del informe del Centro de Seguridad y Democracia en el sentido que las ciudades de Neiva y Villavicencio son las más inseguras según estudios en 27 ciudades con más de 200.000 habitantes, es pertinente recordar que este fenómeno es nacional y que la inseguridad ciudadana es creciente no solamente en lo cuantitativo sino en el tipo de modalidad como es el caso de la extorsión que opera principalmente en la costa atlántica pero que tiende a afectar otras ciudades, esta tragedia seguirá agravándose mientras la estrategia para solucionar la problemática se fundamente principalmente en la represión en sus diversas formas.
El flagelo de la extorsión que se ha generalizado en Barranquilla se aplica no solamente a familias prósperas, opera con tenderos, transportadores, propietarios de viviendas de todos los estratos y población y empresas en general; esto es lo que tristemente nos espera a todo el país. Nuestros gobernantes sistemáticamente desconocen que la causa central de este problema y demás flagelos es la inequidad y la falta de oportunidades, por tanto la respuesta para el mototaxismo y el transporte ilegal, las ventas informales, la protesta social y otros flagelos es, más policías, más cárceles, penas más duras, decomiso de mercancía, censura y en general maltrato a la población. Paralelamente a la política represiva se desarrolla la política asistencialista similar a la aplicada por la religión con la caridad y la limosna, asunto que no soluciona el problema, pero mantiene conforme a buena parte de la población, a la vez que sirve de caudal electoral para perpetuar en el poder a nuestra corrupta clase política.
Este gobierno se propone ejecutar nuevos programas asistencialistas como jóvenes en acción o Colombia mayor donde se otorga un auxilio del orden de $50.000 cada dos meses, como gran solución; también ha continuado con el desarrollismo con programas como la Ley del primer empleo, la farsa del subsidio al desempleo o la reforma fiscal dizque para motivar a las empresas a crear empleos estables, pero en realidad lo que crece es el rebusque en el comercio, sin embargo el Presidente afirma que Colombia “es el país que más genera empleos formales”. Desafortunadamente buena parte de la población desconoce el problema social, por el aislamiento a que la someten los medios de comunicación en especial la televisión, la religión o la mentalidad guerrerista y apoyan la solución policiva y no las medidas preventivas.