Padecen una enfermedad llamada fluorosis, en las que sus dientes pierden el blanco y el esmalte tomando un color café pigmentado, haciendo que en la mayoría de los casos el diente se torne débil.
Sin embargo, la ciencia ha tenido que ir más allá con el caso de *Sofía, quien hoy sería la primera persona en Colombia en sufrir de fluorosis esquelética, una condición que resulta de la acumulación excesiva de flúor en los huesos, lo que provoca cambios en la estructura de los mismos, haciéndolos extremamente frágiles y quebradizos.
LA NACIÓN, conoció que los resultados obtenidos por la madre de la joven los cuales fueron analizados en la ciudad de Barcelona, España, dieron positivo. Dicha condición obedecería al consumo de agua con grandes cantidades de flúor.
Y es que los habitantes del centro poblado de El Juncal, poseen documentos en el que los altos niveles de flúor en el agua que consumen es una constante.
El agua potable es extraída de un aljibe ubicado a 210 metros de profundidad y llevada a unos tanques por sistema de bombeo en el que se le aplica algunos químicos para luego ser distribuida a los hogares.
Análisis efectuados arrojan que el agua potable no es apta para el consumo humano.
“Son aguas pesadas, debido a la misma profundidad en la que se encuentra, donde están en contacto con minerales que están en lo profundo de la tierra, las cuales no son aptas para el consumo”, explicó Ximena Carvajal Perdomo, profesora de agropecuaria de la institución.
Tanto preocupa el caso a las autoridades que la Secretaría de Salud Departamental del Huila, adelantó los estudios pertinentes los cuales son guardados cautelosamente a la espera de que el Ministerio de Salud designe una comisión especial para analizar el caso.
“Estamos recopilando la información de todo lo que se ha estudiado junto con la argumentación científica del orden nacional y mundial, para así entregar un resultado conciso del caso analizado”, comentó Carlos Daniel Mazabel, secretario de Salud Departamental del Huila.
Riesgos
De acuerdo con el portal web GreenFacts, las primeras etapas de la fluorosis esquelética están caracterizadas por un aumento de la masa ósea que se puede detectar con rayos x. Si se siguen ingiriendo grandes cantidades de fluoruros durante varios años, los cambios en el esqueleto provocan gran rigidez y dolor en las articulaciones.
En estos tanques es trata el agua que sale de un aljibe.
La forma más aguda de fluorosis esquelética se denomina "fluorosis invalidante". Los síntomas son la calcificación de los ligamentos, inmovilidad, pérdida de masa muscular y problemas neurológicos debidos a la compresión de la médula espinal. La fluorosis dental y del esqueleto, es irreversible y no hay tratamiento actual. El único remedio es prevenirla, evitando la ingesta excesiva de fluoruro.
El descubrimiento
La problemática salió a la luz pública en el año 2013 cuando las estudiantes en ese entonces de odontología de la Universidad Antonio Nariño, Marlly Cerquera Mantilla y Paula Mindrey Rojas Yasno, realizaron su tesis de grado con base en un examen de densidad ósea a un total de 150 niños clasificados con fluorosis severa.
A raíz de los casos conocidos, se han realizado varias pruebas al agua que consumen los juncaleños.
En dicha investigación se pudo comprobar que en el corregimiento de El Juncal, las concentraciones de flúor en agua potable corresponde a 2.8 ppm, cuando la normal es 1 ppm. Lo que representa un grave problema de salud en general, teniendo como consecuencia la aparición de la fluorosis.
“Cuando comenzamos a evidenciar que los dedos de las manos de mi hija estaban torcidos, comenzamos a llevarla al médico, se le han practicado varios exámenes los cuales han sido analizados en Bogotá y Barcelona, España, dichos resultados salen positivo con fluorosis esquelética. No ha sido fácil, nos ha tocada poner de nuestro bolsillo para poder llevar a la niña, quien a su corta edad está sufriendo de esta enfermedad producida por el agua que consumimos en El Juncal”, narró Rubiela Peña, madre de la menor.
Hay más
Pero según María del Socorro Tovar Fierro, presidenta de la Junta de Acción Comunal del centro poblado de El Juncal, además de los múltiples casos de fluorosis registrados en niños desde los seis años hasta jóvenes entre los 24 años de edad, también se están evidenciando casos de manchas en la piel, caída de cabello, osteoporosis y artritis.
“Las causas de acuerdo a los estudios que se han realizado, señalan que la población no tiene agua apta para el consumo humano, la cual es extraída mediante motobomba de un aljibe que está a 210 metros de profundidad ubicado en pleno centro de la población. El agua sale y es almacenada en unos tanques donde el fontanero de la población le aplica los químicos pertinentes para luego ser distribuida”, explicó la presidenta.
Tovar Fierro, comentó que se envió un derecho de petición a Aguas del Huila, con el propósito de ser escuchados ante la problemática que vive la población.
El agua que sale del aljibe presenta esta característica una vez se tiene en los hogares en reposo.
Sin embargo, la respuesta fue que dicha empresa no presta el servicio de acueducto pero que sí se está ejecutando un el convenio interadministrativo número 004 de 2015 por el medio se actualizarán los estudios de la red principal de acueducto entre el PTAP- centro poblado de El Juncal y sector del Divino Niño, convenio firmado entre Aguas del Huila y Empresas Públicas de Palermo.
“La Alcaldía nos ha manifestado que va a construir otro acueducto, que estaría fuera del centro poblado, el cual no lo vemos viable. Porque va a hacer un aljibe igual al que está acá. Hay otras opciones para traer el agua, está la laguna, el río Magdalena.Ellos hicieron el proyecto pero no ha sido socializado con la comunidad para conocer os beneficios que tendría”.
LA NACIÓN, constató que la mayoría de habitantes van y traen el agua de la vereda aledaña llamada La Sardinata, otros prefieren comprarla y almacenarla en bidones, utilizando el agua del acueducto solo para labores domésticas.
Pero la realidad para un porcentaje de la comunidad es que siguen consumiendo el agua extraída del aljibe.
‘Perdieron la sonrisa’
Israel González Cuéllar, es más enfático y señala que la población afectada oscila entre los cuatro y 18 años de edad, es decir, toda una generación si se tiene en cuenta que él acueducto fue construido hace más de 20 años.
“El problema es que hay niños con sus dientes totalmente negros. Hay una etapa de 4 a 6 años, de 6 a 10, de 10 a 14, en los que los dientes son demasiado negros. Hay niños desde los 14 a 18 años que están muy afectados los que les ha generado un bajo nivel de autoestima pues a su edad les da pena reírse”, señaló el padre de familia quien posee los estudios y análisis a los que tuvo acceso este medio de comunicación”, afirma González Cuéllar.
Recalca que lo más conveniente sería que el Ministerio de Salud, y la Secretaría de Salud Departamental, tomen cartas en el asunto para mejorar la calidad del agua.
Población entre los 4 y 24 años de edad presentan un grado alto de fluorosis.
“Algunos análisis a los que tuvimos acceso en su momento señalan que el agua tiene residuos de heces fecales, pues el pozo está en la mitad del pueblo y el alcantarillado pasa por encima. Este se encuentra a 210 metros de profundidad y según mediciones el alcantarillado a 10 metros de profundidad, donde se podrían registrar filtraciones”, comentó.
Pero advierte que no hay forma de hacerles un tratamiento a los niños para recuperarle la autoestima. “Ellos dicen que les da pena reírse porque les dicen diente podrido. El riesgo es que a la edad de 26 años la mayoría de adolescente estará perdiendo su dentadura” afirmó.
Para la odontóloga Leidy Vanesa Rojas, esta enfermedad es una degeneración que afecta el diente y hace que cambie su color normal, lo que se puede originar por el consumo de agua que contiene mucha flúor.
“La mayoría de los niños que sufren estos problemas se dan en las zonas más vulnerables, el agua no es tratada y esto hace que aumente más las fluorosis”, concluyó.
El estudio realizado para ese entonces por las estudiantes de último año de odontología, se basó en el tercer nivel de fluorosis.
“Existen tres fases de fluorosis una leve, moderada y avanzada, el estudio se realizó con la última, al hacer la asociación con la densidad ósea arrojó que en gran parte los niños estudiados sus dientes presentaba fluorosis. Tuvimos la intensión de llevar el análisis a la Gobernación pero fue imposible, por eso se les dejó una copia a los padres de familia para que fueran a la Secretaría de Salud y los entes competentes para buscar ayuda”, puntualizó Marlly Cerquera Mantilla.
