Se dice que por cada obra original de Modigliani hay cinco falsas en el mercado. La más costosa obra subastada tiene características de una falsificación, Salvatore Mundi atribuida a Leonardo Da Vinci. Hay falsificadores que falsifican a famosos falsificadores y sus obras se comercian como falsificaciones falsas.
De las copias hay casos notables como el de la Mona Lisa de la que se hicieron varias copias mientras estuvo secuestrada en la buhardilla de un tal Peruggia quien la robó del Louvre. El catálogo de una subasta tenía en portada una obra de Botero que resultó falsa. Cuando el propietario del original hizo el reclamo, se recogió la edición. En mi galería tuve el original de La Machaca de Obregón mientras que su copia estaba expuesta en una prestigiosa galería de Bogotá.
¿Qué decir del plagio? A un artista le ha dado por repetir las obras de hilos de Manzur. Hay quienes, en lo que se llama arte emergente, ojean revistas internacionales para ver que está a la moda y proponer sus “nuevas obras” a coleccionistas.
¿O de lo que ha venido ocurriendo con la IA? ¿El ejercicio artístico, acompañado de nuevas y asombrosas tecnologías, se conformará con ordenarle al computador que realice esto o aquello?
Si me correspondiera hacer una escala de valores sería en este orden: el falsificador, el copista, el plagiador y el que recurre a la IA.
El falsificador: Se requiere de intuición artística para crear una nueva obra que seduzca a los expertos y de un profundo conocimiento técnico para lograr un original falsificando.
El copista: A un amigo pintor lo llamaron para que fuera a ver un Rubens. Al verlo colgado quedó asombrado de la calidad de la obra. Se trataba de El rapto de Ganimedes. Pidió que le dieran la vuelta para ver la tela y su bastidor y salieron a la luz el polvo y las telarañas y descubrió los sellos del museo, el nombre del copista y la fecha de realización.
El plagiador: Este espécimen no tiene reparos morales y se presenta como un artista no siendo más que un bufón. Hay algunos que han alcanzado cierto éxito logrando hacerse pasar por tipos de gran originalidad haciendo “aproximaciones” vanguardistas de obras del pasado o hasta de sus contemporáneos. Picasso los tuvo por montones y los sigue teniendo. Recientemente vi unas fotos de bellas aproximaciones de esas exhibidas en Nueva York.
El que plagia, copia, falsifica apoyado en la Inteligencia Artificial: Podrá ser divertido utilizar la Inteligencia Artificial como pasatiempo, pero de ahí a proponerla como obras de arte originales hay que ser bastante atrevido. Pero así son las cosas y qué le vamos a hacer.