“Para mi esa noticia es dura porque le están negando la liberación a mi hijo”, dijo Aide Huertas, madre del uniformado plagiado el 22 de mayo pasado en una emboscada del grupo guerrillero a una patrulla militar en Chitagá (Norte de Santander), donde 12 militares fueron asesinados.
El mandatario de los colombianos ayer en las horas de la mañana había anunciado desde Ginebra (Suiza) que un dialogo con el Eln se llevaría a cabo si liberaba al ciudadano canadiense Jernoc Wober, sin embargo horas más tarde y ante el reclamo de familiares de secuestrados por esa guerrilla escribió en su cuenta de Twitter que “no hablaremos con el Eln hasta que todos los secuestrados sean liberados y el crimen del secuestro no se repita”.
El pronunciamiento del mandatario cayó como un baldado de agua fría en la familia del militar huilense que la semana pasada conoció un video de supervivencia del suboficial en el que les pide fortaleza. “Les pido que por favor se tranquilicen, voy a estar bien, en poco tiempo si Dios quiere voy a estar con ustedes”, manifestó el uniformado en el video.
El condicionamiento del presidente Santos Calderón al grupo subversivo de liberar a todos los plagiados en su poder, provocó desconcierto en la familia Huertas. “Quiere decir que van a tener a mi hijo mucho tiempo secuestrado, no hay esperanza de que salga pronto porque tienen que liberarlos a todos”, expresó la progenitora del Cabo Tercero en diálogo telefónico con LA NACIÓN desde su humilde vivienda en el asentamiento La Paz en el sur oriente de Neiva.