La guerrilla de las FARC arremetió este viernes contra el presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, al que acusó de ser "más papista que el Papa" por criticar a los políticos que hablan con los rebeldes en Cuba.
"Resulta ahora que visitar La Habana es un delito", dijo Rodrigo Granda, uno de los negociadores de paz de las FARC, al criticar la "preocupación" expresada por Cristo el miércoles por las reuniones de políticos colombianos con la guerrilla "sin autorización" del gobierno nacional.
Cristo mencionó en particular al exministro Alvaro Leyva, a quien acusó de hacer una "interferencia" en el proceso de paz que llevan a cabo las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos desde noviembre de 2012, con el fin de acabar un conflicto armado de medio siglo.
"Las temerarias acusaciones del señor Juan Fernando Cristo (…) contra Leyva y contra los que según su imaginación estarían yendo de 'turismo' a La Habana para hablar con las FARC, no son más que necedades. Interferencias a la paz le hacen declaraciones malintencionadas de alguien, que como Cristo, ahora pretende ser más papista que el Papa", dijo Granda.
El dirigente afirmó que todos los colombianos tienen "el derecho y el deber" de "aportar" ideas para alcanzar la paz y dijo que el propio fiscal general colombiano, Eduardo Montealegre, ha expresado que "no es un delito acudir a La Habana sin permiso del presidente" para hablar con las FARC.
Granda indicó que "la misma actitud de intransigencia" existe en Bogotá contra los "defensores de derechos humanos (…), como ocurre en el caso de la ex senadora Piedad Córdoba", quien fue destituida en 2010 e inhabilitada para cargos públicos acusada de tener vínculos con las FARC.
Las FARC habían propuesto a Córdoba como mediadora para liberar al exmilitar estadounidense Kevin Scott Sutay, a quien capturaron en julio en Colombia, a lo que se opuso el presidente Santos.
Córdoba estuvo hace unos días en La Habana, en coincidencia con la visita del reverendo estadounidense Jesse Jackson, quien aceptó mediar en la liberación del exmilitar por petición de las FARC, a lo que también se opuso Santos, quien exige que esa tarea la desempeñe el Comité Internacional de la Cruz Roja.
La delegación del gobierno no formuló declaraciones a la prensa este viernes.
Las FARC y el gobierno colombiano están debatiendo en el actual ciclo de conversaciones sobre participación política, el segundo punto de los cinco de la agenda.