Nada más molesto para el colombiano del común que tener que soportar filas en bancos, entidades, empresas y demás servicios, y ejecutar trámites de una u otra cosa que, necesariamente, lo conducen a la misma fila. Nada más molesto para el colombiano del común que tener que soportar filas en bancos, entidades, empresas y demás servicios, y ejecutar trámites de una u otra cosa que, necesariamente, lo conducen a la misma fila. La “tramitomanía” es ese mal nacional que nos carcome desde hace décadas por el prurito de creer que las cosas se prueban y se resuelven gracias a un sello, a una firma, a una constancia o a un certificado. Vale destacar que, después de intentos y anuncios grandilocuentes, el ataque a los trámites innecesarios va por buen camino y que, al cumplirse un año de vigencia de la Ley Antitrámites, se han eliminado en el país 660 procedimientos con lo que se ha mejorado la vida de los ciudadanos. La ley, que jurídicamente no es ley sino el Decreto 19 de 2012 eliminó 400 trámites de una sola vez al entrar en vigencia y desde entonces hasta hoy, en este último año, se han eliminado otros 260 trámites. Y eso representa el 40 por ciento de todo el universo de trámites a nivel nacional, con el evidente ahorro de tiempo, dinero, angustias y estrés de los colombianos sometidos a la fila y la tramitomanía. Y lo mejor es que la tecnología hoy permite aminorar muchos pasos y vueltas: ya hay 25 entidades cuyos trámites pueden hacerse desde celular, es decir sin hacer colas, sin tener que ir a esas instituciones y se tiene previsto que 40 entidades más entren a ese sistema. Una de las mejoras más aplaudidas ha sido la que beneficia a los pensionados, para quienes se eliminó el certificado de supervivencia, con lo cual automáticamente un millón 650 mil jubilados no tienen que hacer cola; así desapareció un increíble requisito que los obligaba a demostrar que estaban vivos. Igualmente debe resaltarse la existencia del número único nacional 100 que, a través de cualquier celular y gratuitamente, permite la comunicación con un call center y un verdadero ejército de operarios respondiéndoles a los ciudadanos sus preguntas sobre cómo relacionarse con el Estado. También desapareció el desueto y anticuado pasado judicial físico, y solo se requiere ahora un paso por Internet para demostrar la ausencia de antecedentes de tipo penal del ciudadano, y en muchos trámites ahora no es necesario estampar la huella dactilar, entre otros procedimientos modificados con el Decreto 19, como la curiosa declaración extrajuicio, es decir la prueba de la buena fe que la Constitución del 91 convirtió en derecho fundamental. Buen paso en la vía de un Estado menos complicado y más amigable. “El ataque a los trámites innecesarios va por buen camino y que, al cumplirse un año de vigencia de la Ley Antitrámites, se han eliminado en el país 660 procedimientos con lo que se ha mejorado la vida de los ciudadanos”. EDITORIALITO Muy bien que el superintendente de Sociedades Luis Guillermo Vélez reasumió ayer sus funciones como gobernador encargado, con una apretada agenda. El funcionario examinó las condiciones del distrito de riego Tesalia-Paicol y hoy estará en El Quimbo. Ojalá que su paso le deje al Huila grandes soluciones.