Ocho soldados del Batallón Magdalena en Pitalito serán llamados a juicio por la muerte de Juan Perdomo Claros y Albert Augusto Lizcano Cedeño, habitantes de la calle. Ocho soldados del Batallón Magdalena en Pitalito serán llamados a juicio por la muerte de Juan Perdomo Claros y Albert Augusto Lizcano Cedeño, habitantes de la calle. El Tribunal Superior de Neiva anuló el primer escrito de acusación. Fiscalía presentará uno nuevo. LA NACIÓN, NEIVA El testimonio de una supuesta víctima de extorsión, es una de las pruebas ‘reina’ de la Fiscalía para llamar a juicio a ocho soldados profesionales que dieron muerte a dos jóvenes habitantes de la calle en Neiva y que los ‘presentaron’ como extorsionistas, en zona rural del municipio de Suaza. La acusación que se iba hacer el pasado miércoles fue aplazada hasta el próximo 6 de septiembre por petición de la Fiscal 58 de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, al señalar en una misiva que ese día tenía una diligencia judicial. La solicitud fue aceptada por el Juez Segundo Penal Especializado de Neiva con Funciones de Conocimiento, que presidiría el juicio oral contra los uniformados del pelotón Azteca Dos del Batallón Magdalena con sede en Pitalito, quienes serán acusados de la muerte de Juan Perdomo Claros y Albert Augusto Lizcano Cedeño. Los militares que serán llamados a juicio son Jairo Alonso Carvajal, Felipe Andrés Calderón, Henry Lozano, José Aníbal Trujillo Hernández, Julio César Ramos Zapata, José Fidel Orjuela López, Juan José González y Óscar Cárdenas Sánchez, quienes fueron imputados del delito de homicidio en persona protegida en concurso homogéneo. La fiscal del caso presentará en la diligencia de septiembre un nuevo escrito de acusación contra los militares, tras ser anulado el que llevó a la audiencia el pasado 25 de abril de 2012 por el Tribunal Superior de Neiva ante petición del abogado defensor. ‘Pagaron 500 mil pesos’ El crimen de los dos jóvenes ocurrió en un aparente combate contra bandas de extorsionistas, en la vereda La Palma en el municipio de Suaza, el 15 de febrero de 2008. La unidad militar reportó que junto a los supuestos extorsionistas fueron encontrados un revólver calibre 38 y una pistola Prieto Beretta. Sin embargo, la Fiscalía señaló que con la investigación adelantada se “puede inferir razonablemente” que Claros y Lizcano Cedeño no fueron dados de baja en combate, “sino que fueron ejecutados en forma extrajudicial o ajusticiados y el caso corresponde a un falso positivo”. Una de las pruebas claves del ente acusador es el testimonio de la supuesta víctima, a la que los dos jóvenes le estaban exigiendo dinero a cambio de no atentar contra su vida. La presunta víctima confesó a los investigadores de la Fiscalía que “miembros del Ejército le pagaron la suma de 500.000 pesos para que en su declaración rendida ante el Juzgado Penal Militar dijera que estaba siendo víctima de extorsión por parte de ellos (Juan y Albert)”. 
A juicio serán llamados ocho soldados que estarían comprometidos en la muerte extrajudicial de dos habitantes de la calle. Fueron presentados como extorsionistas. 
Juan Perdomo Claros
