No resulta extraño que el Alto Comisionado de Paz, Otty Patiño, sea experto en fuego de las guerras, pues tanto como el Presidente Petro e infinidad de altos funcionarios de este gobierno progresista, se formó en las canteras del M-19, grupo de facinerosos que cometieron horribles crímenes asolando esta maltratada Nación.
Tampoco resulta extraño que se sienta ‘dolido’ porque la fuerza pública acabe, en curso de combates, con criminales que hoy son lo que el doliente comisionado fue.
Y menos extraño aunque esto si suficientemente irresponsable e irrespetuoso, que asuma abusivamente la vocería del Presidente, del Ministro de Defensa y del Comandante de la Fuerzas Militares, para envilecer una acción legítima del Ejército Nacional de Colombia y expresar condolencias a un criminal entre criminales de la laya de alias ‘Iván Márquez’. Se supone que este acto del señor Patiño en su función pública es merecedor de acción disciplinaria y destitución inmediata, por supuesto que en un régimen y gobierno que respete la institucionalidad.
Claro está que el único que ha ‘revirado’ por tamaña afrenta ha sido el MinDefensa Iván Velásquez, con fuego amigo: “Ni calificamos como hecho fatídico, ni lamentamos en las connotaciones como fue expresado por el comisionado este resultado de la operación legítima de las Fuerzas Militares”, dijo en relación con la muerte del peligrosísimo cabecilla alias ‘Hermes’ de la ‘Segunda Marquetalia’. De Petro no se ha oído comentario al respecto, lo cual resulta lógico dado el afecto que ha demostrado tener por sus colegas guerrilleros dándoles gabelas y preferencias aún por encima de la ley, pero su silencio de pronto obedece a una insólita prudencia en medio del montón de problemas nacidos de su talante personal y de gobierno, ahora en mayor crisis por sus apariciones de ‘intimidad’ en Panamá y de cambios sensibles en su gabinete. Y de parte de los comandantes se entiende su silencio porque están en medio de egos y personalidades excéntricas que pueden terminar con su baja del servicio si critican o aluden a semejante entuerto.
En cualquier parte del mundo ya estaría en la mesa la renuncia del funcionario abusivo y bocón. Acá ni la presentará ni la pedirán: como en el mundo militar universal, la antigüedad y grado se respetan y Patiño tiene jerarquía criminal sobre Petro pero no sobre el Ministro ni los comandantes. Criminal porque proviene de la guerrilla.