La Nación
“Fuera Petro” 1 13 septiembre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

“Fuera Petro”

Muchos colombianos nos preguntamos a diario cuál es el propósito de Gustavo Petro al mantener al país en constante turbulencia, agitando a la nación con diatribas contra todo aquel que no comulga con él ni con el desorden que ha instaurado. A través de trinos en su cuenta de X y discursos inflamados ante los aplausos de su cada vez más reducida fanaticada, Petro lanza mensajes agresivos y llenos de rencor; sus palabras están cargadas casi siempre de alusiones a la muerte, la sangre y la violencia.

La agresividad de Petro parece estar profundamente relacionada con la gran capacidad de tolerancia y la vocación democrática de los colombianos. Él abusa de esta disposición de sus compatriotas, pero parece no darse cuenta de que la paciencia tiene límites. Desde hace un tiempo, se evidencia que la mayoría de los colombianos estamos cansados de su actitud pendenciera y provocadora, agravada por su absoluta ineficacia como gobernante.

En otras palabras, la paciencia de los colombianos se está agotando, y la tranquilidad y la calma se están viendo superadas. Ya se escuchan reacciones cada vez más contundentes frente a los infames señalamientos de Petro, como los que hizo recientemente en la asamblea de su agrupación política, cuando afirmó: “¿No le gritan a Petro los ricos del país, ‘fuera Petro’? ¿No están reproduciendo el mismo mensaje que cuando mataron a los 5.000 militantes de la Unión Patriótica? Son unos asesinos, los mismos que gritan ‘fuera Petro’”.

Perdón, pero el “fuera Petro” no es un grito ocasional de opositores políticos ni de una élite acomodada; es una expresión masiva y espontánea nacida del estado de indignación de todo un pueblo. No podemos permitir que se acuse temerariamente de asesinos a millones de ciudadanos que se expresan libremente, movidos por un sentimiento patriótico ante un gobernante incapaz y provocador. No podemos seguir tolerando el comportamiento de Petro hacia una nación que ha sido demasiado generosa con él, al punto de perdonarle, sin olvidar, su pasado guerrillero, hasta permitirle participar en la democracia al igual que a los ciudadanos de bien.

Ni ricos ni asesinos son aquellos que, en marchas o en redes sociales, gritan espontáneamente “fuera Petro”. No, señor; esa es la voz del pueblo que el mismo Petro invoca constantemente y dice obedecer. El pasado viernes lanzó otra afirmación destinada a causar indignación. Refiriéndose a la reelección presidencial, dijo: “Se me asustan los expresidentes… (…) cómo será que están tan asustados que siendo que a ellos les debería interesar la reelección porque podrían concursar… pero saben que no hay candidato que ellos le puedan oponer a Petro… pero no quiero que el país entre en una lucha de esas que podría dejar incluso muertos…”.

Digo yo, ¡qué lástima que no haya reelección en Colombia para que Petro pudiera competir! Si la reelección existiera, estoy seguro de que Petro no hablaría del tema, pues sus pocos seguidores lo estarían presionando para que se lanzara, y él sabe que el resultado le sería adverso, como ocurrió con sus candidatos en las pasadas elecciones regionales. En ese caso, el “fuera Petro” se haría efectivo en las urnas.