Frutas y verduras: estos alimentos son la mejor fuente de vitaminas, minerales y fibra, por lo que contribuyen al correcto funcionamiento de todos los órganos y sistemas • Frutas y verduras: estos alimentos son la mejor fuente de vitaminas, minerales y fibra, por lo que contribuyen al correcto funcionamiento de todos los órganos y sistemas, ayudando además a utilizar de manera correcta la energía proveniente de otros alimentos y a fortalecer el sistema inmunológico de los niños. Es muy importante brindar durante la semana frutas y verduras de todos los colores disponibles. Cada color ofrece una variedad distinta de vitaminas y minerales. • Cereales y tubérculos: estos alimentos constituyen la principal fuente de energía necesaria para la realización de todas las actividades diarias. Se deben evitar preparaciones con alto contenido de grasa. • Carnes: en este grupo se incluyen las diferentes variedades como son res, pollo, cerdo y pescado. Su función es proveer de proteína, hierro, vitamina B12 y zinc, principalmente. Estos nutrientes favorecen el mantenimiento muscular, previenen la anemia, estimulan el crecimiento y la maduración sexual. • Huevo: es un alimento muy completo. Ofrece proteínas, vitaminas, minerales y grasa. Es importante consumir el huevo completo, la clara contiene la mayor proporción de proteínas y la yema de vitaminas y grasa. Su aporte de vitamina A en forma de beta carotenos, de tiamina, fósforo y colina, contribuye a prevenir problemas visuales y a favorecer el adecuado funcionamiento del organismo. Adicionalmente, la presencia de colesterol en la yema es importante para la maduración del sistema nervioso central de los niños. • Leguminosas: en este grupo se encuentran frijoles, lentejas, garbanzos y soya. Son alimentos fuente de proteína, carbohidratos, minerales y fibra. • Leche y derivados: su principal función en el organismo es favorecer el crecimiento y desarrollo de huesos y dientes debido a su contenido de proteínas y calcio. Ayuda con la formación muscular y la regeneración de tejidos en el niño. Fuente: Claudia Angarita Nutricionista dietista