La Nación
¿Futuro ardiente? 1 19 septiembre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

¿Futuro ardiente?

Como colombiano, resulta doloroso e irónico que, a pesar de tener alertas tempranas sobre los incendios, inundaciones, derrumbes y apagones nada hagamos y terminemos repitiendo un ciclo interminable de estas situaciones. En materia de energía ya hemos hecho referencia a la forma en la que el país lleva más de treinta años aferrado a un “mix” energético que siempre lo va a mantener susceptible a temporadas secas, como las que caracterizan a El Niño. En lo que respecta a periodos lluviosos, propios de La Niña, todos los colombianos recordamos de memoria, los barrios, municipios e incluso las calles que año tras año se inundan o en los que se presentan deslizamientos o avalanchas. Creo que el mejor ejemplo de esto, es el deprimido de “Luna Verde”. Neivano que se respete, sabe que este tramo siempre se inunda cuando llueve, sin embargo, seguiremos esperando a que vuelva la temporada de lluvias para que el tema gane relevancia y se vuelva a publicar, en primera plana, la icónica foto de carros flotando en el deprimido.

En el caso de los incendios, el IDEAM llevaba más de un año advirtiendo sobre lo fuerte y extenso que iba a estar este periodo seco, sin embargo, poco o nada hicieron las autoridades municipales y departamentales para prepararse. Ninguna ciudad se salva, ni la capital, en la cual, a inicios de este año, los cerros orientales fueron consumidos por el fuego, bajo la mirada impotente de los capitalinos. Esto, sin mencionar los racionamientos de agua que siguen vigentes, con el fin de evitar que la ciudad entre en desabastecimiento. En tierras huilenses, los incendios no han dado tregua, dejando destrucción a su paso y un olor a ahumado que retumba en la consciencia. Retumba, porque pudimos haber hecho algo para evitar que todo esto sucediera, o al menos, haber disminuido su escala.

¿Qué podemos hacer al respecto? En mi opinión, el Huila puede explorar la posibilidad de fundar una alianza internacional orientada a la compra y operación de aeronaves especializadas en la lucha contra incendios de gran escala. Países vecinos como Ecuador, Bolivia y Brasil también han tenido que enfrentarse, de forma reciente, a múltiples incendios. Con esta alianza, de alcance regional, los equipos podrían desplazarse al país suramericano que los necesite, garantizando que no se deterioren por falta de uso y permitiendo que la tripulación se mantenga en constante formación.