La inhabilitación de la gobernadora del Huila Cielo González Villa trajo consigo los fantasmas de la incertidumbre, la soledad y la ausencia de poder en el Palacio del Mosaico. La inhabilitación de la gobernadora del Huila Cielo González Villa trajo consigo los fantasmas de la incertidumbre, la soledad y la ausencia de poder en el Palacio del Mosaico. Las oficinas permanecen vacías, el pago de los sueldos retrasados y decenas de contratos paralizados, algunos de ellos indispensables para el normal desarrollo del departamento. Radiografía. GINNA T. PIRAGAUTA G. LA NACIÓN, NEIVA El Palacio del Mosaico no es el mismo desde que se conoció la inhabilidad que le generó la Procuraduría General de la Nación a la gobernadora del Huila Cielo González Villa. Los pasillos del edificio permanecen silenciosos y vacíos, los trámites rutinarios, generalmente masivos y bulliciosos, están reducidos hoy a su mínima expresión, mientras que todas las contrataciones del Departamento se encuentran congeladas.
La preocupación es evidente para los funcionarios que tienen incierto su desarrollo laboral, al congelarse la ejecución del actual Plan de Desarrollo. Los contratistas que alcanzaron a renovar su vinculación laboral con el Departamento recibieron este mes su salario retrasado y esperan que en el próximo pago se les aplique el incremento anual. Los pensionados sólo hasta ayer reclamaron su mesada, luego de una insistente y afanosa reclamación por los atrasos en los pagos. La Oficina de Contratación, en donde se centralizan los trámites de todas las secretarías de la Gobernación, sólo cuenta con dos abogados quienes resuelven escasos procesos. La mayoría de las dependencias redujo hasta en un 90 por ciento a los funcionarios contratistas, mientras que el trabajo se acumula en los escritorios. “El gobernador encargado dijo que era mejor que se fueran todos para la casa mientras se definía la situación. Algunos vienen por medio tiempo a adelantar trabajo, con la esperanza de que la situación se les defina rápidamente, pero si llega a venir la Procuraduría y los descubre trabajando sin contrato, pues tendríamos un problema mayor, porque ellos están sin contratos, seguridad social o pólizas. Es muy preocupante”, señaló una funcionaria que pidió reserva de su identidad. 
