Yilber Saavedra
Si ante la primera bufonada nos hubiéramos escondido, el Observatorio Concejo y Asamblea Visible no hubiese podido alcanzar los cerca de 15 años, constituyéndose como el ejercicio de control social más importante del sur del país; tanto para destacar los aspectos positivos, como para señalar sin titubeos a los corruptos de la región.
La más reciente columna que le publicaron los asesores del alcalde Gorky Muñoz en su Facebook, permitió evidenciar el profundo nivel de desespero, impotencia y deterioro en el que ha caído el mandatario y su equipo, producto del universo de líos judiciales que los asfixian cada día más y que les carcome la mente.
En el ladrilludo escrito de incoherencias, errores ortográficos, sin ritmo, no atinan a diferenciar ni siquiera entre demanda y denuncia; proclamando acciones judiciales que de arrancada son totalmente inocuas e improcedentes y que por el contrario, censuran la libertad de expresión.
Ese intento de cortina de humo, solo fue una partícula de arena que no pudo tapar el inmenso océano de problemas que brotaron sin control esta semana y que se suman al deslegitimado gobierno de incumplimientos, corrupción y decepción popular. La excusa de que todo obedece a una “persecución política”, hace creer tontos a los neivanos, e intenta ridiculizar al aparato judicial y a la Fiscalía General de la Nación; elegir el camino de la victimización, evidencia que el desplome es también argumental.
También es falso que solo hasta ahora hayamos empezado a denunciar y que lo hagamos en retaliacion por intereses en contratación; Yesica, mi novia, venía trabajando en la Secretaría General desde mucho antes de que Gorky fuera alcalde, ingresó por sus propios medios, pero en este gobierno decidió renunciar por presiones indebidas, nunca la despidieron, de eso también hay pruebas. Su situación es un reflejo de injusticia; le tocó acostumbrarse a estar vetada moralmente para aspirar a ser personera, contralora, secretaria o demas empleos públicos porque yo hago veeduría a todos esos procesos.
Olvidan que criticamos el Plan Desarrollo mal estructurado, nos opusimos con foros y mesas técnicas al lesivo proyecto de alumbrado público, denunciamos el no pago puntual a los contratistas, expusimos la liviandad e inexperiencia del gabinete, exhibimos a los candidatos en cuentas claras, hemos evitado que elijan contralor de bolsillo al punto que les ha tocado reiniciar cuatro veces el proceso; similar al de hace seis años cuando metimos a la cárcel a la mitad de concejales. Tratar de negar nuestro trabajo es intentar quitarle la memoria a la ciudad, imposible, al menos eso no le podrán quitar.