Gran Plaza para Pitalito

Con la mayor inversión privada de su historia, Pitalito tiene a partir de hoy en funcionamiento la obra que pone al Valle del Laboyos en la ruta de ser una verdadera ciudad, epicentro regional del sur colombiano y enlace estratégico de cuatro departamentos. Con la mayor inversión privada de su historia, Pitalito tiene a partir de hoy en funcionamiento la obra que pone al Valle del Laboyos en la ruta de ser una verdadera ciudad, epicentro regional del sur colombiano y enlace estratégico de cuatro departamentos. El centro comercial Gran Plaza San Antonio, con una inversión cercana a los 40 mil millones de pesos, contará con locales de reconocidas marcas nacionales, zona de plazoleta de comidas, juegos infantiles, y nuevas áreas comunes para entretención de sus visitantes. Y en menos de dos meses entrarán en funcionamiento cuatro salas de cine operadas por Royal Films que completará la oferta de entretenimiento. Pero quizá el mayor valor agregado del centro comercial, al que le apuntó una gran firma constructora, Conconcreto, aliada con Almacenes Éxito, es que aspira a obtener la certificación LEED, que es concedida a proyectos auto-sostenibles y amigables con el medio ambiente, gracias a la implementación de normas ambientales que minimizan los impactos negativos que se emiten al ecosistema. Será la primera obra de esta magnitud en el país en obtenerla, según anuncia su constructora. El inmueble es un activo de la compañía Inversiones Conconcreto con operación propia en un área de construcción de 36.413 metros cuadrados, cuenta con 11.180 metros de área comercial y 15.000 de área construida. Y próximamente bajo el mismo modelo integral de negocio se realizarán los centros comerciales Gran Plaza Florencia, en Caquetá y Gran Plaza del Sol en Soledad Atlántico. Este sueño empresarial e industrial, que comenzó a esbozar casi en solitario el ingeniero laboyano Rafael Cruz, hoy ve la luz completa de la mano con las más importantes y prestigiosas marcas y compañías. Cruz, pese a varios fallidos intentos, no desistió, persistió e insistió y hoy puede mostrarles a sus paisanos la obra privada más grande de su historia. Y también vale resaltar que, en concurso de méritos, para la administración del Gran Plaza fue seleccionada la profesional laboyana Olga Lucía Castaño quien, con lujo de eficiencia, ha adelantado esta fase previa a su apertura hoy con un gran concierto gratuito del vallenato Peter Manjarrez. Y no debe olvidarse el impacto social y económico. Gran Plaza San Antonio generó 490 empleos directos y 1.200 empleos indirectos durante su construcción, y en la operación se espera generar 400 empleos más para la región. Pitalito está hoy a la altura de sus retos históricos, pero hay asignaturas pendientes para completar su atractivo y competitividad: los servicios públicos, aún con deficiencias en acueducto, energía, gas y baja velocidad de Internet, además de la carencia de vuelos directos pese a contar con un buen aeropuerto. La misma constructora ya alertó sobre estas falencias, debió padecerlas y adoptar medidas de emergencia para superarlas, pero otros inversionistas seguramente lo pensarán más de dos veces para tomar estos riesgos. Esas son las tareas que siguen, algunas exclusivamente responsabilidad del Estado y otras que bien pueden adelantarse bajo figuras privadas o la reciente de alianzas público-privadas. Ello abrirá muchas más puertas, inversiones y proyectos en una región favorecida por la naturaleza, vestigios de enorme valor para la humanidad y ubicación estratégica para cualquier negocio. “A partir de hoy en funcionamiento la obra que pone al Valle del Laboyos en la ruta de ser una verdadera ciudad, epicentro regional del sur colombiano y enlace estratégico de cuatro departamentos”. EDITORIALITO Tras cumplir una consagrada labor misionera, monseñor Ramón Darío Molina Jaramillo, dejó el Huila, luego de once años de ejemplar servicio pastoral. El Huila siempre lo recordará. Mañana asumirá el nuevo Obispo monseñor Froilán Tiberio Castro a quien le damos la bienvenida.